Artes de Entrenamiento...

- - - - - " En la actualidad Respuesta Existencial, es una propuesta de acompañamiento desde la logoterapia, en forma personalizada para descubrir tu sentido vital. La educación de la Conciencia, a través de la Acción, es un proceso que sostenemos para pequeños grupos, en ámbitos educativos, o laborales. En cada acción, ofrecemos una respuesta al mundo. Somos llamados a responder desde nuestra existencia. La práctica engendra el autoconocimiento y el desarrollo del liderazgo. Promovemos una sociedad sin espíritu de provecho, basada en la “Sabiduría de la no dualidad”....Armónica, ética, íntegra y comprometida con la comunidad global." - - - - -

sábado, 22 de septiembre de 2012

El Yamato de las 8 orejas.

Hay que remontarse al año 604 para ver el primer “acta gubernamental” que transformará al Japón (entonces llamado Yamato) en todos los planos, (político, religioso y social). Se debe a esta Constitución al príncipe Shötoku Taishi, también llamado Yatsumimi no Miko (El principe de las 8 orejas*) Introdujo además de este "acta" un sistema de rangos dando comienzo a la diferenciación formal de papeles gubernamentales en Japón. Los 12 grados fueron: Dai-toku (mayor virtud), Sho-toku (menor virtud), Dai-nin (mayor humildad), Sho-nin (menor humildad), Dai-rei (mayor decoro), Sho-rei (menor decoro), Dai-shin (fe mayor), Sho-shin (fe menor), Dai-gi (mayor justicia), Sho-gi (rectitud menor), Dai-chi (el conocimiento superior), y Sho-ji (conocimiento menor).
Shötoku Taishi
  1. Respetar en primer lugar a Wa: (Esta palabra significa “paz" pero designa también al Japón, siendo Wa el nombre bajo el cual este país era conocido por los chinos. Con este primer mandamiento, Shötoku Taishi, o los autores, afirman el primer sentimiento nacional.) Que nuestro primer deber sea evitar las discordias (llamado a la unidad nacional). Hay personas que no quieren a sus padres, u otras que no obedecen a sus amos. Estas personas pueden causar disensiones entre ellos y sus vecinos. Si la clase superior vive en armonía con la más baja, y si las clases bajas siguen los mejores consejos, todo va bien, y habrá pocos problemas irresolubles. (Aquí vemos, no la influencia del budismo, sino la del confucianismo chino, y el reconocimiento de clases sociales subordinadas unas a otras, ratificando así un estado de hecho preexistente. 
  2. Venerad de todo corazón los tres tesoros: que son el Buda, el Dharma (la ley budista) y el Samgha (la comunidad budista), pues en ellos se encuentran la vida ideal y la sabiduría de la nación. No hay muchos hombres realmente malos. Todo ellos pueden adquirir una buena instrucción (en el budismo). Pero no podemos esperar que se corrijan las vías tortuosas de los hombres sin la ayuda de estos tres tesoros. (Mediante este artículo el budismo es recomendado oficialmente, lo que equivale a hacer de él una religión estatal. 
  3. Escuchad con reverencia los Edictos Imperiales. Si el emperador puede relacionarse con los cielos, sus súbditos son la tierra (afirmación matizada de la divinidad imperial, creencia del shinto). Con los cielos arriba y la tierra debajo, unidos en el cumplimiento leal de sus funciones en sus respectivas posiciones, vemos el mundo regido por un orden perfecto, así como por la armoniosa rotación de las cuatro estaciones (idea china). Si la tierra intenta sustituir a los cielos, se producirá una catástrofe. Cuando el Señor hable, que sus, súbditos escuchen, y obedezcan. Cuando él de ejemplo ellos deben seguirlo fielmente. Si desobedecen, lo harán bajo su propia responsabilidad. (Aquí "Shötoku Taishi afirma la Supremacía del emperador y su autoridad absoluta). 
  4. Todos los nobles, grandes o pequeños, deben observar las leyes (del Estado) como si fueran las raíces de todas las virtudes. Al gobernar el país, el primer deber es establecer las leyes. Si la clase superior no las observa, las clases bajas no pueden ser gobernadas. Si las clases bajas no, las observan, cometerán crímenes. Tanto tiempo como la ley sea observada, entre las relaciones entre las clases altas y bajas, prevalecerá un orden perfecto, y la estabilidad del Estado estará asegurada. (Aquí se percibe unas advertencias a todos, nobles y demás, destinadas a asegurar la autoridad gubernamental y a mantener el orden social.) 
  5. Al escuchar los casos judiciales que interesan al pueblo ordinario (los nobles se benefician de una justicia imperial exclusivamente), los jueces deberán "limitar su descanso y odiar su propio interés” Si hay mil casos para estudiar al día, ¿Cuántos no habrá para juzgar a un año? Así es necesaria su diligencia (a los jueces!!) 
  6. Nuestros sabios antiguos nos han enseñado a castigar a los malvados y a recompensar a los virtuosos. No dejad pasar inadvertidas las bondades de nadie, ni las maldades si estas no han sido reparadas... 
  7. Cada persona tiene un deber que cumplir y debe hacerlo con una diligencia sin tacha. Si sabios y personas ocupan altos puestos, se elevarán voces unánimes de aprobación gozosa, pero si malos empleados ocupan altos puestos, eso causará perpetuas disensiones e incluso disturbios... Todos los asuntos del Estado, grandes y pequeños, se realizarán fácilmente si personas buenas tienen buenas posiciones. Esta es la base de un Estado fuerte y del prestigio duradero de la dinastía. Los buenos jefes de los tiempos antiguos utilizaban buenos hombres para los altos puestos, y no buenos puestos para los favorecidos. (Esto iba, naturalmente, en contra de la costumbre entonces establecida de no confiar los puestos importantes más que a los nobles de algunos clanes favorecidos.) 
  8. Que todos los nobles, grandes y pequeños, se presenten en su puesto temprano por la mañana y vuelvan tarde a sus casas. Los asuntos públicos en espera son demasiado numerosos como para que se pueda disponer de ellos al fin de cada jornada... 
  9. La sinceridad es el alma de la buena conducta. Sed sinceros en cada momento de vuestra vida. El éxito o el fracaso de cada trabajo emprendido dependen de vuestra sinceridad o de vuestra falta de sinceridad. Cuando amos y servidores están unidos por sentimientos de sinceridad, no hay nada que no puedan emprender. Todos los trabajos fracasarán si no se ejecutan así. 
  10. No os dejéis llevar por la cólera. Perdonad a una mira colérica. Evitad el resentimiento si otros difieren de vosotros. Cada uno tiene su propio espíritu o modo de pensar. Si tú tienes razón, yo debo estar equivocado. Yo no soy siempre santo y tú no eres siempre pecador. Los dos somos falibles mortales, y quien es lo suficientemente sabio como para juzgar cuál de entre nosotros es bueno o malo? Los dos somos sensatos y locos alternativamente... 
  11. Distinguid entre los actos meritorios y las fechorías y recompensadlos o castigadles justamente. 'En nuestra época, el mérito no está necesariamente recompensado y los castigos no son siempre verdaderos castigos. Que los nobles, grandes y pequeños reciban recompensas o castigos según los merezcan. (Así, se extiende la ley a aquéllos que no la reconocían en punto alguno hecha para ellos.) 
  12. Los gobernadores y señores de los nuevos territorios (los recientemente conquistados por los jefes guerreros a las tribus aborígenes fuera del Yamato), no deben imponer tributos a sus pueblos. En este país no hay dos soberanos, y el pueblo no quiere dos amos a los que servir. No hay más que un solo señor en la persona del emperador. Los gobernadores y los oficiales designados para administrar los asuntos locales, también ellos forman parte del pueblo sometido al emperador. (Aquí, reafirmación de la autoridad imperial no solarmente sobre el pueblo, sino también sobre los gobernadores locales, quienes a menudo tendían a creerse soberanos de su territorio y a elevar los tributos por su propia cuenta.) 
  13. Todos los gobernadores y oficiales deberán compartir... sus conocimientos en el asunto de los deberes de sus cargos, pues su ausencia debida a enfermedad o a viajes, podría ocasionar una interrupción durante cierto tiempo de los trabajos oficiales. 
  14. Todos los litigantes, grandes y pequeños, deberán cuidarse de no tener celos unos de otros. Si tienes celos de los demás, los demás tendrán celos de ti, y así se perpetúa el círculo vicioso. 
  15. El servicio público en sacrificio del propio interés es el deber de un buen noble. Si un noble actúa en su propio interés provocará la mala voluntad del pueblo. Si se da tal egoísmo por una parte y tal mala voluntad por la otra, el resultado será el sacrificio del bienestar público. La ambición personal de los litigantes impedirá que reinen la ley y el orden. De donde, como así se ha dicho en un artículo precedente, la importancia de la concordia, esta no puede ser subestimada. 
  16. Los sabios antiguos nos han enseñado que es sensato escoger la época adecuada para utilizar al pueblo ordinario en los trabajos públicos. Puede ser provechosamente utilizado durante los meses de invierno, cuando tiene tiempo libre. De la primavera al otoño está ocupado en los trabajos agrícolas y de sericultura y no puede ser requerido. Cómo podríamos alimentaros sin agricultura y como podríamos vestirnos sin el cultivo de la morera? 
  17. En los asuntos importantes no actuéis nunca solo con vuestro propio juicio, sino deliberad sobre ellos con varias personas. En los asuntos de poca importancia podéis no consultar el parecer de muchas personas...»
Imagen de Shotoku Taishi sobre billete
Estos principios fundamentales siguen siendo los del pueblo japonés. El pueblo era, se entiende favorable a tales leyes, donde ya se expresaba esos consensos que aún se encuentra en nuestros días. La constitución del 17 artículos (十七条宪法 jūshichijō Kenpō ) pone el énfasis sobre las leyes básicas por las que el Estado iba a ser gobernado, tal como se puede esperar de un moderno constitución, sino que era un documento de base budista que se centró en la moral y las virtudes que debían esperarse de los funcionarios del gobierno y los sujetos del emperador para asegurar un buen funcionamiento del Estado, donde el emperador debía ser considerado como la máxima autoridad.
Es uno de los primeros documentos morales de la historia.

Estimo de interés público el conjunto de este documento, que debo a la cortesía de Louis Frederic, citado en el libro de Michael Random, Japón "la estrategia de lo invisible" *Shotoku Taishi (573-621), el Príncipe de Santa virtud, fue un regente japonés, estadista y erudito. De capacidades excepcionales, comenzó a leer extensivamente en su primera infancia y se dice que podía escuchar a ocho personas simultáneamente y haber entendido cada palabra. De ahí su nombre Yatsumimi no Miko (El principe de las 8 orejas*)