Artes de Entrenamiento...

- - - - - " En la actualidad Respuesta Existencial, es una propuesta de acompañamiento desde la logoterapia, en forma personalizada para descubrir tu sentido vital. La educación de la Conciencia, a través de la Acción, es un proceso que sostenemos para pequeños grupos, en ámbitos educativos, o laborales. En cada acción, ofrecemos una respuesta al mundo. Somos llamados a responder desde nuestra existencia. La práctica engendra el autoconocimiento y el desarrollo del liderazgo. Promovemos una sociedad sin espíritu de provecho, basada en la “Sabiduría de la no dualidad”....Armónica, ética, íntegra y comprometida con la comunidad global." - - - - -

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Tradiciones y mitos de Oriente.

El sable es mencionado en los archivos del Japón en conjunción a la historia de los dioses, y esto mucho antes del advenimiento de Jimmu Tenno, el primer emperador nipón. La religión shintoista remonta el origen del sable al dios Izagami. Esta tradición cuenta que Izagami no Mikoto “sacando la espada (de empuñadura larga) de diez puños (de largo) que tenía augustamente ceñida, cortó el cuello de su hijo Kagutsuchi.” El sable de los orígenes tenía diferentes apelativos como “espada violenta que mata la serpiente gigante” o “celeste cortador de gigantes” y es fácil descubrir en estos mitos la génesis misma del mundo, similar, con pocas diferencias, a la de otras religiones. Recordemos los mitos vinculados al sable en nuestras propias tradiciones occidentales, el de Excalibur, la espada del rey Arturo, o de Durandal, la de Roldán, y muchas más todavía…
Los forjadores de sables A causa de la veneración que se tenía al sable (katana), el oficio de fabricante de sables se convirtió en una profesión religiosa que incorporó un gran número de dones filosóficos y sobre todo esotéricos. Cada escuela de forjadores poseía sus propias técnicas, descubiertas después de exhaustivas experimentaciones. El descubrimiento de ciertas aleaciones, alcanzados a veces por inspiración, dio lugar a una verdadera alquimia, sobre todo por su estrecha relación con el chamanismo Shinto y con el budismo esotérico cuyos conocimientos tocaban la esencia misma de la materia y el control por el poder del espíritu. Esta vinculación a las doctrinas místicas se nota por ejemplo en las hojas de sable donde a veces se gravaban signos esotéricos del Ju-ji (diez letras sagradas), como se puede ver en una de las hojas de Hiroyoshi de Yamashiro (Kyoto), célebre familia de forjadores de sables. Tal como los alquimistas de la Edad Media, el forjador, además del trabajo en el horno, se entregaba a una intensa preparación espiritual que consistía en rezos y abluciones de agua fría. La pureza mental y física era de primera importancia, pues se suponía que la hoja tomaba las cualidades y los defectos de la personalidad del forjador. Citemos, a modo de ejemplo, los sables del gran maestro Masamune (1.330) que tenían, además de su excelente calidad, el poder de dar a sus propietarios suerte en el combate así como pensamientos puros y elevados; por el contrario, Senzo Muramasa (1.550), hombre respetable pero violento, construyó sables por los que fueron heridos dos emperadores. Estas hojas fueron entonces buscadas y destruidas. La leyenda ha hecho su efecto, hasta hoy ha quedado la imagen de Muramasa como un forjador maldito que vive en alguna ermita de montaña. Verdaderamente muchos forjadores fueron alquimistas religiosos, y algunos de entre los más grandes acabaron sus vidas como monjes en monasterios. Fabricación secreta: Buen número de forjadores tuvieron revelaciones sobrekatana. Sin entrar en detalles, primero hay que extraer de la tierra el mineral de hierro magnético y de arena ferruginosa, y es aquí donde interviene el conocimiento alquímico que permite obtener hojas dotadas de cualidades excepcionales. La construcción de ciertas hojas se realizaba en la montaña. En efecto, las cumbres estaban consideradas en los ritos Shinto como la morada de los grandes kami que propiamente inspiraban al forjador. Estas diferentes etapas, resultado de una ciencia misteriosa para el no-iniciado, dan a las hojas de katana un poder, una resistencia y una belleza que nunca fueron igualadas por ninguna otra nación del mundo. Algunos filos podían incluso, en manos de expertos, cortar limpiamente el cañón de un fusil o abrir en dos el casco de un samurai.
Michel Coquet.
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