Artes de Entrenamiento...

- - - - - " En la actualidad Respuesta Existencial, es una propuesta de acompañamiento desde la logoterapia, en forma personalizada para descubrir tu sentido vital. La educación de la Conciencia, a través de la Acción, es un proceso que sostenemos para pequeños grupos, en ámbitos educativos, o laborales. En cada acción, ofrecemos una respuesta al mundo. Somos llamados a responder desde nuestra existencia. La práctica engendra el autoconocimiento y el desarrollo del liderazgo. Promovemos una sociedad sin espíritu de provecho, basada en la “Sabiduría de la no dualidad”....Armónica, ética, íntegra y comprometida con la comunidad global." - - - - -

viernes, 31 de diciembre de 2010

Entrenamiento.

Me dijeron que un maestro de sable ya anciano había dicho esto: "El Samurai debe entrenarse toda su vida", y para ello hay una razón. Al principio, incluso en caso de práctica regular, uno no tiene la sensación de progresar. Uno se sabe poco hábil y ve a los demás a su propia imagen. En este estadio es inútil precisar que no se es de ninguna utilidad al servicio del Daimio. Cuando se alcanza un estadio mediano, uno no es todavía de gran utilidad pero toma conciencia de sus deficiencias y empieza a notar las imperfecciones de los otros. Cuando un Samurai alcanza un nivel superior, es capaz de tomar, por propia iniciativa, decisiones en cualquier situación, de tal manera que ya no necesita los consejos de los otros. Un Samurai es, podemos decirlo, útil al Daimio. Luego, por encima de este nivel, están aquellos cuyo rostro jamás revela lo que piensan, los que no hacen jamás gala de su habilidad, que fingen ignorancia e incompetencia. Y lo que es más: respetan la habilidad de los otros. Para muchos, ésta es la ambición más alta. Pero a un nivel todavía más elevado existe un dominio que supera la habilidad del común de los mortales. El que se compromete a fondo en la Vía de este campo, toma conciencia de que su entrenamiento será ilimitado y que no podrá estar jamás satisfecho de su trabajo. Por esto un Samurai debe conocer sus debilidades y pasar su vida corrigiéndolas sin jamás tener el sentimiento de haber hecho ya lo suficiente. No debe, naturalmente, tener demasiada confianza pero tampoco sentirse inferior.
Yagyu, el maestro de la Vía del Sable, que enseñaba al Shogun Tokugawa, decía: "Yo no sé cómo superar a los otros. Todo lo que sé es cómo superarme a mí mismo". El se decía: "Hoy, yo soy mejor que ayer, mañana todavía seré superior". Un verdadero Samurai consagra todo su tiempo al perfeccionamiento de sí mismo. Es por ello que el entrenamiento es un proceso sin fin.
Entre las proclamaciones públicas que ha hecho el Señor Naoshige, se encuentra la siguiente: "Las decisiones importantes deben ser tomadas con calma". Ittei Ishida (sabio confucionista de Han Sagan y maestro Jocho Yamamoto) explica: "Los asuntos menores deben ser estudiados con seriedad. Hay pocos problemas realmente importantes, solamente se presentan más de dos o tres en toda una existencia. Una reflexión cotidiana os convencerá. Es por ello que es indispensable prever lo que conviene hacer en caso de crisis. Cuando ésta se manifieste, habrá que acordarse de la solución, para resolverla en consecuencia. Sin una preparación cotidiana, cuando sobrevenga una crisis delicada, se será incapaz de tomar una decisión rápida, lo que conlleva el riesgo de consecuencias desastrosas". ¿No es entonces posible decir que para poder tomar con calma decisiones importantes, hay que prepararse cada día con resolución?
La vía del Samurai exige, entre otras cosas, que se esté siempre dispuesto a someter a prueba la firmeza de su resolución. Noche y día, el Samurai debe seccionar sus pensamientos prepara una línea de acción. Según las circunstancias, puede ganar o perder. Pero evitar el deshonor es un hecho distinto de la victoria o de la derrota; para evitar el deshonor tal vez le será necesario morir. Pero si, desde el principio, las cosas no se desarrollan como había previsto, debería intentarlo de nuevo. Para ello, ninguna sabiduría ni habilidad particular son precisas. El Samurai valiente no piensa en términos de victoria o derrota; combate fanáticamente hasta la muerte. Sólo de este modo realiza su destino.
No es bueno tener fuertes convicciones personales. Si, al perseverar y concentrarse, un Samurai adquiere opiniones muy marcadas, podrá estar tentado a pensar con precipitación que ya ha alcanzado un buen nivel de realización. Esto debe ser desaconsejado formalmente. Un Samurai debe, por asiduidad, llegar primeramente a la maestría absoluta de los principios básicos y luego continuar su entrenamiento de tal manera que sus técnicas lleguen a la madurez. Un Samurai no debe jamás relajar su esfuerzo sino que debe perseverar toda su vida en el entrenamiento. Pensar que uno puede relajar la disciplina del entrenamiento porque simplemente ha hecho algún descubrimiento personal, es el colmo de la locura. Un Samurai debe estar constantemente animado por el pensamiento siguiente: "En tal o cual punto todavía disto mucho de la perfección" y consagrar toda su vida más y más al perfeccionamiento, buscando asiduamente la vía verdadera. Es por una práctica así que se puede encontrar la Vía.
No hace aún cincuenta o sesenta años que los Samuráis hacían sus abluciones cada mañana, se afeitaban la cabeza y perfumaban el moño. Luego se cortaban las uñas de las manos y de los pies, las limaban con piedra pómez y luego las pulían con hierba Kogane. No mostraban jamás señal alguna de pereza en este asunto y se cuidaban con atención. Después el Samurai verificaba su sable largo y su sable corto para comprobar que el óxido no los deterioraba; les quitaba el polvo y los limpiaba para cuidar su brillo. Tomar tal cuidado de su apariencia puede parecer una manifestación de fatuidad pero esta costumbre no provenía de una inclinación para la elegancia o lo romancesco. Uno puede ser llamado en cualquier momento a librar una dura batalla; si se muere habiendo descuidado su pulcritud, se da muestra de una relajación general de las buenas costumbres y uno se expone al desprecio y al descuido del adversario. Esta es la razón por la cual los viejos y jóvenes Samuráis han aportado siempre un gran cuidado en su presentación. Un escrúpulo tal puede parecer una pérdida de tiempo y una ocupación muy fútil, pero forma parte de la vida del Samurai. En realidad, ello precisa menos esfuerzo y tiempo de lo que parece. Si quiere estar dispuesto a morir, un Samurai debe considerarse ya muerto; si es diligente en su servicio y se perfecciona en las artes militares, no se cubrirá jamás de vergüenza. Pero si se dedica a hacer egoístamente lo que le plazca, en caso de crisis de deshonrará. Incluso, no será jamás consciente de su deshonra. Si nada le importa, excepto el hecho de no estar en peligro y de sentirse feliz, se descuidará de una manera completamente lamentable.
Es seguro que un Samurai que no está preparado para morir, morirá de una muerte poco honorable. En cambio, si consagra su vida a preparar su muerte, ¿cómo podría tener un comportamiento despreciable? Uno debería reflexionar seriamente al respecto y armonizar su conducta en consecuencia.
HAGAKURE. (Oculto bajo las hojas)
Jocho Yamamoto
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viernes, 24 de diciembre de 2010

Solo; cuando te lo propongas.

Nuestro regalo para todos esta Navidad es bien simple: es un pequeño llamado de atención a la grandeza de la Natividad, a ese maravilloso Ser que reside en cada uno de nosotros y que nace -se expresa a la vida- sólo cuando nos lo "PROPONEMOS". Hoy precisamente, la Noche de Navidad, cuando esperamos al Niñito Jesús, es idónea para recordar y verificar que Todo lo que decidamos y nos propongamos llevar a cabo, así será. Nuestro regalo es el siguiente poderoso decreto que a buena hora nos regaló Gerardo Schmedling Torres: Yo Decido: Amar y respetar a todos los seres vivientes, reconociendo la perfección que cada uno manifiesta. Aceptar todos los sucesos de la vida y la función que a cada quien le corresponde cumplir. Asumir las experiencias y sucesos de mi vida, como los necesarios para el desarrollo de mi comprensión de Amor.Actuar con serenidad frente a toda situación de la vida, comprendiendo que la paz es la herramienta del Amor. Agradecer todo lo que aprendo de las dificultades que la vida me presenta. Valorar y disfrutar de todo lo que tengo, comprendiendo que es perfecto para mí. Adaptarme al medio que yo mismo escogí, para lograr en él, una vida llena de satisfacción. Respetar totalmente la experiencia de los demás, y ganarme la confianza de las personas. Aprovechar sabiamente el destino que yo mismo diseñé y toda oportunidad que la vida me presente. Flexibilizar mi mente para acelerar mi crecimiento espiritual. Ceder y permitirme experimentar otros puntos de vista, para así acabar con mi ego y mis limitaciones. Igualarme con los demás para poder servirles y llevarles, con mi apoyo, un mensaje de Amor.
Una contribución de nuestros amigos, Yvonne Betenyane C. Oscar Ayala A. Asociación Humanista para el Ser Integral - Cali, Colombia.

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domingo, 19 de diciembre de 2010

Filosofía y religión.

La filosofía oriental, y particularmente el hinduismo, ha presentado una nueva faceta de la relación entre filosofía y religión. En general, los occidentales le achacan con frecuencia que no distingue suficientemente entre ambas, que mezcla y confunde religión y filosofía. En Occidente la distinción es muy nítida. Nosotros la hemos expuesto en nuestros pequeños tratados Filosofía de la religión, Filosofía del cristianismo y Qué es la filosofía. Allí presentamos la distinción básica, de acuerdo con lo que podemos llamar “objetos formales”. La filosofía es “conocimiento” de la realidad por sus últimos principios y, sobre todo, del Último Principio, del Absoluto, Dios. Religión es “actitud” del hombre frente al Último Principio, Dios, reconociéndolo como tal y ubicándose frente a Él debidamente por la adoración, respeto y aceptación de su carácter de Absoluto. La filosofía se acerca a Dios por el conocimiento: es un acto cognoscitivo. La religión se acerca a Dios por el reconocimiento: es una actitud vital moral, presupuesto el acto cognoscitivo. Filosofía y religión coinciden en el objeto: Dios, el Ser Supremo; se diferencian en el modo de relación: conocimiento teórico y actitud vital."
"Sin embargo, el “modo oriental”, aunque mezcla tal vez demasiado filosofía y religión, está señalando un aspecto importante, con frecuencia desconocido por los filósofos y teólogos occidentales: el conocimiento de Dios y la actitud religiosa hacia Dios. Cuando alcanzan una y otra su plenitud, forman una simbiosis tan íntima que se llegan a fundir en un solo acto, el cual es, a la vez, filosofía y religión, es decir, conocimiento y reconocimiento; y en esa conjunción - que es la experiencia vivida, lúcida y profunda del Absoluto - la filosofía es más filosofía (más claro conocer) porque es religión, y la religión, a su vez, es más religión (más claro reconocer vital) porque es filosofía." Ismael Quiles S.J.

  • El Reverendo Padre Ismael Quiles S.J. nació en Pedralba, Valencia (España), el 4 de julio de 1906 y falleció en la ciudad de Buenos Aires el 8 de febrero de 1993. En 1922 ingresó en la Compañía de Jesús y en 1930 recibe en España el título de Doctor en Filosofía del Colegio Máximo de San Ignacio, Barcelona.
En 1932 fue enviado a Argentina donde en 1936 recibe el título de Licenciado en Teología de la Facultad de Teología de San Miguel, Buenos Aires y se ordena como sacerdote jesuita. En este país inició su carrera docente que continuó durante toda su vida, como Profesor de Historia de la Filosofía y de Metafísica en el Colegio Máximo de San Miguel. Provincia de Buenos Aires.
Cumplió funciones de Decano de la Facultad de Teología de San Miguel, también de la Facultad de Filosofía de la Universidad del Salvador, fue Vicerrector y Rector en la misma Universidad en el período 1966-70, Pro-Rector en el período 1970-74 y es nombrado Rector Emérito en 1990.
En 1967 funda y dirige la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador y desde 1973 también dirige el ILICOO, Instituto Latinoamericano de Investigaciones Comparadas sobre Oriente Occidente (CONICET - Universidad del Salvador).

Entre 1960 y 1961 participa en el "Proyecto Mayor Oriente Occidente" de la UNESCO. En 1962 es delegado del gobierno argentino ante la XII Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París. En 1965 parte en misión oficial del gobierno argentino para estudiar el sistema educativo de la Unión Soviética, Polonia y Checoslovaquia. En 1966 participa en la misión de la Comisión Nacional de la UNESCO en varios países hispanoamericanos para preparar el Coloquio Internacional sobre los Estudios Orientales en las Universidades de América Latina. Es nombrado Presidente de dicho Coloquio, celebrado en Mar del Plata, Argentina, y en 1982 es Organizador y Presidente del I° Coloquio Internacional sobre el Diálogo de las Culturas Oriente Occidente, auspiciado por la UNESCO.

Recibe los premios Consagración Nacional en Filosofía, en 1987, y la Condecoración de la Orden del Sol Naciente con rayos de oro y cinta colgante en Japón, en 1988.
Su concepción filosófica fue esencialmente tomista, en su análisis de la existencia humana, punto de partida de su filosofía, puso el acento en la existencia singular y concreta, en la experiencia trágica individual: “la cual puede ser el soporte para las construcciones racionales y sistemáticas, que el hombre tiene necesariamente que formarse para poseer una visión orgánica y coherente del Universo”.
Frente al existencialismo heideggeriano, propuso el concepto de ‘in-sistencia’. En el prólogo de su libro Filosofía Budista, el Rev.Padre Quiles S.J. expresa con claridad meridiana los motivos que lo llevaron a interesarse por la Filosofía Oriental después de más de veinte años dedicados al estudio y a la enseñanza de la Filosofía Occidental. Recordemos sus palabras "No estamos descontentos de la Filosofía Occidental, ni tenemos resentimiento alguno como si hubiese defraudado nuestras esperanzas; alimentamos por el contrario un extraordinario aprecio del esfuerzo cultural realizado por Occidente. Sin embargo, creemos que una búsqueda de la sabiduría exige el análisis de la experiencia humana integral. Esta no ha sido agotada en Occidente". "Sentimos siempre la necesidad de salir más allá del horizonte del pensamiento occidental, de asomarnos al otro mundo y ver de cerca la otra experiencia humana".Fuente: Quiles, Ismael S.J. Autorretrato Filosófico, Buenos Aires: Depalma, 1978-1997 (Obras, v. 23)
Entre sus obras destacan La persona humana (1942), Aristóteles: vida, escritos, doctrina (1944), Filosofía del cristianismo (1944), Heidegger y el existencialismo de la angustia (1948), Sartre y el existencialismo del absurdo (1952), Más allá del existencialismo: filosofía in-sistencial (1958), Metafísica budista (1967), Filosofía y mística: yoga (1967).
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martes, 14 de diciembre de 2010

Educar sin miedos.

"Para comprender mejor esa cosa extraordinariamente compleja que denominamos la vida, que comprende el tiempo y que está también más allá de él, necesitáis tener un espíritu muy joven, lleno de frescura e inocencia. Un espíritu que arrastra consigo el miedo día tras día, mes tras mes, es un espíritu mecanizado, y bien sabéis que las máquinas no pueden resolver los problemas humanos. No podeís tener un espíritu lleno de frescura e inocencia si estáis obsesionados por el miedo; si desde vuestra niñez hasta el día de vuestra muerte, os acostumbráis a temer. Por eso, una buena educación, una educación auténtica, debe eliminar el miedo". Krishnamurti, Jiddu.
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sábado, 4 de diciembre de 2010

La Ley de la Compasión.

El Universo no nos juzga; sólo nos provee de consecuencias y de lecciones y de oportunidades para equilibrarnos y aprender a través de la ley de la causa y el efecto.
La Compasión nace del reconocimiento que cada uno de nosotros lo estamos haciendo tan bien como podemos dentro de los limites de nuestras creencias y capacidades actuales. Que yo alimente a los hambrientos, perdone un insulto, y ame al enemigo. Estas son grandes virtudes. Pero si tuviera que descubrir que los más pobres entre los mendigos y el más imprudente entre los ofensores están todos dentro de mí, y que yo sobrevivo necesitando de las limosnas de mi propia caridad; que yo mismo soy el enemigo que tiene que ser amado., - ¿Entonces que?
C.G.Jung.
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3 de Diciembre "Día Mundial de las Misiones"

San Francisco Javier (Santoral 3 de Diciembre); es uno de los santos que más llegan al corazón del hombre moderno. Es el hombre de la gran aventura por Cristo y del gran corazón. Es el gran audaz. Es el gran defensor de Cristo. Pocos hombres han sido tan libres como él. Tal vez no ha habido dentro del cristianismo un apóstol de Cristo, después de Pablo de Tarso, como Francisco Javier. En la bula de su canonización se lo compara a los apóstoles de Cristo. Dice de él un historiador: "Francisco Javier, es el misionero ideal de la edad moderna, el prototipo y dechado que contemplan y desean imitar todos los que sueñan en entregarse a la evangelización del mundo". Aún considerado con ojos humanos, es un héroe de épica grandeza, comparable con los más renombrados navegantes y conquistadores de su época. En arrojo y valor le va en zaga a ninguno. Su pensamiento vuela tan lejos como el de los más geniales. Su corazón supera a todos en riqueza afectiva. Y, este héroe de la acción, es un altísimo contemplativo, un místico que no rompe un instante su unión con Dios, y que, en medio de la agitación externa de su vida, puede decirse que más que en la tierra, vive en los cielos, llena sus alma de los misterios del amor divino. Su apostolado dura sólo diez años y siete meses, en los cuales recorre en incómodas embarcaciones, muchas veces trayectos de Goa a las costas de Pesquería, Las Molucas, Japón, China..." Javier no es un soldado misionero, sino un capitán de Cristo. Él va delante, preparando y roturando el terreno. No quiere lanzar a sus hombres, sin antes haber él explorado el terreno, ser capaz por propia experiencia de señalar los medios estratégicos, conocer los peligros a los que lanzaba a sus hijos y tener contacto personal con aquellos mundos que ellos iban a evangelizar. Francisco Javier, no sembró en el mar. Eso lo testimonia el crecimiento esplendoroso de las misiones que él abrió al Evangelio. A los veinte años de su muerte la misión de las islas Molucas tenía mas de 120 mil cristianos y la Iglesia de Japón, a los cincuenta de ella, más de 300 mil.
Habían pasado cien años desde la muerte de Francisco Javier y los holandeses protestantes se hicieron dueños de la costa de la Pesquería en la India y, expulsando a los misioneros católicos, enviaron a sus pastores para adoctrinar a los pescadores de perlas. Su rey dio este mensaje a su enviados: -"Ustedes dicen que su religión es mejor que la que nos enseñó a nosotros nuestro Gran Padre Francisco. Pues bien: hagan más milagros que él, resuciten por lo menos una docena de muertos, pues él resucitó aquí cinco o seis; curen a todos nuestros enfermos; hagan que nuestros mares sean más abundantes en peces..., y entonces veremos cual es la respuesta que les debemos dar".
Y el cacique Manuel, compañero de niño en las correrías apostólicas de Javier en la isla de Amboino y quien durante años luchó con denuedo contra los musulmanes, respondía a quienes le preguntaban por los motivos de su heroísmo: -"Yo soy un pobre hijo de las selvas de Amboino, y no sabré declarar quién es Dios y qué es ser cristiano, pero una cosa sí sé y es la que el padre Francisco me enseñó: que es cosa buena morir por Cristo". Francisco Javier había nacido en el castillo de Javier, en Navarra en 1506. Estudió en la Sorbona. A los veintitrés años ejercía en esa alta casa de estudios como profesor de filosofía. Trabó amistad con Ignacio de Loyola, fue su discípulo y uno de los siete primeros componentes de la compañía de Jesús. Corría el año 1534 y viajó a Italia, con el propósito de viajar a Tierra Santa, ante la imposibilidad de hacer el viaje a Jerusalén debido a la guerra entablada entre venecianos y turcos, fue a Roma, donde recibió las sagradas órdenes. En ese entonces el papa Pablo III aprobó la creación de la compañía de Jesús.
Juan III de Portugal, pidió al papa algún jesuita para enviarlo a las Indias Orientales. Partió Francisco, despidiéndose de los suyos para siempre. Murió aquejado de pulmonía en 1552 divisando a lo lejos las costas de China. Su deseo era entrar a esa inmensa nación para evangelizarla.
San Francisco Javier es el patrono universal de las misiones católicas, junto con santa Teresita del Niño Jesús. Por eso Pablo VI declaró el 3 de diciembre el día mundial de las misiones.
Francisco Javier sentía la "alegría" de hacer conocer la doctrina de Cristo y exteriorizaba su pasión en la jaculatoria que repetía: "Dadme almas y las ganaré para el cielo".

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Miserias?

Durante toda una época de mi vida he pensado que, si mis hijos fueran menos exigentes e indiferentes, nuestra casa no sería escenario de tantas y tan interminables discusiones; que si mi jefe fuera menos molesto, yo haría mejor mi trabajo; que si mi pareja no fuera tan maniática y perfeccionista, yo sería mucho menos desconfiado; que si mi amigo fuera más cordial y comprensivo, yo me sentiría más querido/a; que si la temperatura fuera más agradable..., si la vida no fuera tan cara...y, sobre todo, si el gobierno asumiera sus responsabilidades..., seguro que yo podría ser feliz. He estado esperando que cambiara el universo entero, ¡nada menos! Todo sería tan fácil para mí...¡Menuda ganga!
Pero corro el peligro de morir mucho antes de que se produzcan todos esos maravillosos cambios, y me condeno a vivir desgraciado soñando que podría ser yo mismo y sentirme muy a gusto si no existieran algunas personas y si el mundo no estuviera tan patas para arriba. Suena para mí la hora de emprender un búsqueda interior cuando caigo en la cuenta y acepto que hay muchas posibilidades de que la directora de mi colegio siga siendo obtusa y autoritaria; de que mi pareja siga estando a la defensiva, quizá durante años; de que mi suegra no sea ni discreta ni demasiado indulgente; de que seguirá habiendo domingueros y señoras estiradas y niños muy inquietos. Sí cuando comprenda que existe una gran miseria humana y que el único medio posible de aliviarla realmente consiste en transformarme yo mismo, ya que, en lo que a mí concierne, soy una célula de esta gran familia humana. Si acepto clarificar la porción de tinieblas que me habita, seré capaz de sanear el mundo, podré hacer más luminosa la materia y sobre todo, y a pesar de la dureza de la vida y de sus vicisitudes, podré experimentar la paz y la armonía conmigo mismo y con los demás. Extraído De la Cabeza al Corazón de Micheline Lacasse; el camino más largo del mundo.
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