Artes de Entrenamiento...

- - - - - " En la actualidad Respuesta Existencial, es una propuesta de acompañamiento desde la logoterapia, en forma personalizada para descubrir tu sentido vital. La educación de la Conciencia, a través de la Acción, es un proceso que sostenemos para pequeños grupos, en ámbitos educativos, o laborales. En cada acción, ofrecemos una respuesta al mundo. Somos llamados a responder desde nuestra existencia. La práctica engendra el autoconocimiento y el desarrollo del liderazgo. Promovemos una sociedad sin espíritu de provecho, basada en la “Sabiduría de la no dualidad”....Armónica, ética, íntegra y comprometida con la comunidad global." - - - - -

domingo, 30 de diciembre de 2012

La filarmónica de la fe.

A modo de reflexión y finalizando el 2012, me pareció oportuno dejar estos ejemplos biblicos sobre la fe y la caridad. A lo largo de este año que termina, es decisivo volver a recorrer la historia de la fe, que contempla el misterio insondable del entrecruzarse de la santidad y el pecado. Mientras lo primero pone de relieve la gran contribución que los hombres y las mujeres han ofrecido para el crecimiento y desarrollo de las comunidades a través del testimonio de su vida, lo segundo debe suscitar en cada uno un sincero y constante acto de conversión. En este tiempo, tendremos la mirada fija en Jesús, «que inició y completa nuestra fe»: en él encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano. La alegría del amor, la respuesta al drama del sufrimiento y el dolor, la fuerza del perdón ante la ofensa recibida y la victoria de la vida ante el vacío de la muerte, todo tiene su cumplimiento en el misterio de su Encarnación, de su hacerse hombre, de su compartir con nosotros la debilidad humana para transformarla con el poder de su resurrección. En él, muerto y resucitado por nuestra salvación, se iluminan plenamente los ejemplos de fe que han marcado los últimos 2000 años de nuestra historia.
Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios en la obediencia de su entrega. Con gozo y temblor dio a luz a su único hijo, manteniendo intacta su virginidad. Con la misma fe siguió al Señor en su predicación y permaneció con él hasta el Calvario. Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos en su corazón, los transmitió a los Doce.
Por la fe, los Apóstoles dejaron todo para seguir al Maestro. Creyeron en las palabras con las que anunciaba el Reino, que está presente y se realiza en su persona . Vivieron en comunión de vida con Jesús, que los instruía con sus enseñanzas. Por la fe, fueron por el mundo entero, siguiendo el mandato de llevar el Evangelio a toda criatura y, sin temor alguno.
Por la fe, los discípulos formaron la primera comunidad reunida en torno a la enseñanza de los Apóstoles, la oración y la celebración de la Eucaristía, poniendo en común todos sus bienes para atender las necesidades de los hermanos. Por la fe, los mártires entregaron su vida como testimonio de la verdad del Evangelio, que los había trasformado y hecho capaces de llegar hasta el mayor don del amor con el perdón de sus perseguidores.
Por la fe, hombres y mujeres han consagrado su vida a Cristo, dejando todo para vivir en la sencillez evangélica la obediencia, la pobreza y la castidad, signos concretos de la espera del Señor que no tarda en llegar. Por la fe, muchos cristianos han promovido acciones en favor de la justicia, para hacer concreta la palabra del Señor, que ha venido a proclamar la liberación de los oprimidos y un año de gracia para todos. Por la fe, hombres y mujeres de toda edad, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida, han confesado a lo largo de los siglos la belleza de seguir al Señor Jesús allí donde se les llamaba a dar testimonio.: en la familia, la profesión, la vida pública y el desempeño de los carismas y ministerios que se les confiaban. En definitiva OBRAS, OBRAS, OBRAS!

Este año, que se nos va ¿que significó esta fe en nosotros? ¿Estuvo como decía San Pablo en la oportunidad para intensificar el testimonio de la caridad?. 
San Pablo
San Pablo nos recuerda: «Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de ellas es la caridad». Con palabras aún más fuertes, el apóstol Santiago dice: «¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? Si un hermano o una hermana andan desnudos y faltos de alimento diario y alguno de vosotros les dice: “Id en paz, abrigaos y saciaos”, pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así es también la fe: si no se tienen obras, está muerta por dentro. Pero alguno dirá: "Tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin las obras, y yo con mis obras te mostraré la fe”».«Si alguno posee bienes de este mundo y, viendo que su hermano padece necesidad, le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor a Dios?».San Pablo, por su parte, subraya: «No consiste el Reino de Dios en hablar sino en hacer». Las obras dan la medida de la autenticidad de la vida del hombre, poniendo en evidencia si su fe y su caridad son verdaderas: «Así como del movimiento del cuerpo conocemos su vida, así también conocemos la vida de la fe por las buenas obras.
Porque la vida del cuerpo es el alma, por la cual se mueve y siente, y la vida de la fe, la caridad (...). Por lo que, resfriándose la caridad, muere la fe, así como muere el cuerpo apartándose de él el alma» (S. Bernardo, In Octava Paschae, Sermo 2,1).
Como ustedes saben en la Argentina, tanto como en Paraguay, ante tanta pobreza, hay seres increíbles que mueven su fe y las convierten en obras. Este vídeo es el ejemplo más concreto del "hacer".

Si esta información te sirvió, sería bueno que lo reenvíes a quien lo necesite. Manos a la obra!
Este material es en parte extraido de la Convocatoria de Benedicto XVI, al año de la fe, de: http://bibliadenavarra.blogspot.com.ar y de Olga Augent (IEA); quien nos enviara este magnífico material.

martes, 25 de diciembre de 2012

No todos los árboles son verdes.

Durante su trabajo en el Counseling Center de la Universidad de Chicago Carl Rogers tuvo la oportunidad de trabajar con personas afectadas por una amplia variedad de problemas personales: el estudiante preocupado por su posible fracaso académico; el ama de casa atribulada por dificultades matrimoniales; el individuo que se siente al borde del derrumbe o de la psicosis; el profesional responsable que dedica gran parte de su tiempo a fantasías sexuales y se desempeña mal en su trabajo; el estudiante brillante, el mejor de su promoción, paralizado por la convicción de que es un inadaptado sin esperanzas ni ayuda posible; el padre desesperado por el comportamiento de su hijo; la jovencita que, a pesar de su constante éxito, sufre frecuentes accesos de depresión; la mujer que teme que la vida y el amor pasen a su lado y sigan de largo, y que sus logros profesionales no sean sino una mísera recompensa; el hombre convencido de que es víctima de un complot urdido contra él por fuerzas poderosas o siniestras. 
Rogers a partir de sus exhaustivos trabajos y estudios llega a la conclusión de que tal vez solo exista un único problema. La experiencia de muchos clientes en la relación terapéutica parecen plantear una única y misma pregunta. En el fondo, todos se preguntan:...
"¿Quién soy yo realmente?" "¿Cómo puedo entrar en contacto con este sí mismo real que subyace a mi conducta superficial
Detrás de la máscara. Aparentemente, el objetivo más deseable para el individuo, la meta que persigue a sabiendas o inconscientemente, es llegar a ser él mismo. Cuando una persona llega a la terapia, atribulada por su peculiar combinación de dificultades, es sumamente útil crear una relación en la que se sienta segura y libre. ¿Cómo emplea el cliente esta libertad?...Comienza a abandonar las falsas fachadas, máscaras o roles con que ha encarado la vida hasta ese momento.
En este intento de descubrir su auténtico sí mismo, el cliente habitualmente emplea la relación para explorar y examinar los diversos aspectos de su propia experiencia y para reconocer y enfrentar las profundas contradicciones que a menudo descubre. Entonces aprende que en gran medida su conducta y los sentimientos que experimenta son irreales y no se originan en las verdaderas reacciones de su organismo, sino que son sólo una fachada, una apariencia tras la cual trata de ocultarse. Descubre que una gran parte de su vida se orienta "por lo que él cree que debería ser y no por lo que es en realidad". 
A menudo advierte que sólo existe como respuesta a exigencias ajenas, y que no parece poseer un sí mismo propio; descubre que trata de pensar, sentir y comportarse de la manera en que los demás creen que debe hacerlo.
En relación con este problema, el filósofo dinamarqués Sören Kierkegaard describió, , el dilema del individuo, haciendo gala de un perspicaz insight psicológico. Este autor señala que, por lo general, la causa de la desesperación reside en no elegir ni desear ser uno mismo y que la forma más profunda de desesperación es la del individuo que ha elegido “ser alguien diferente de sí mismo”. Por otro lado, “en el extremo opuesto a la desesperación se encuentra el desear ser el sí mismo que uno realmente es”; en esta elección radica la responsabilidad más profunda del hombre.
Estos clientes se embarcan en el aterrador trabajo de explorar los sentimientos turbulentos y sin embargo, el individuo avanza hacia ese objetivo cuando tiene libertad de pensar, sentir y ser.

“¿Pero qué tipo de persona llega a ser el individuo? 
No basta con decir que abandona las fachadas. 
¿Qué clase de persona surgirá?” 

Según Carl Rogers, podemos decir que las siguientes 3 características representan a la de una persona que se convierte en lo que es.
1. La apertura a la experiencia. En primer término, diré que en este proceso el individuo se abre a su experiencia. en el extremo opuesto a una actitud de defensa. La investigación psicológica ha demostrado que si los datos sensoriales se oponen a la imagen del sí mismo, se distorsionan; en otras palabras, no podemos asimilar toda la información que nos brindan nuestros sentidos, sino sólo la que corresponde a nuestra imagen. Ahora bien, en una relación como la que he descripto, esta actitud rígida o defensiva tiende a ser reemplazada por una mayor aceptación de la experiencia. El individuo se vuelve más abiertamente consciente de sus propios sentimientos y actitudes, tal como existen en él en el nivel orgánico. También advierte con mayor facilidad las realidades externas, en lugar de percibirlas según categorías preconcebidas. Ve que no todos los árboles son verdes, ni todos los padres severos y descubre que no todas las mujeres lo rechazan ni todas las experiencias fracasadas le demuestran su inutilidad. En una situación nueva es capaz de aceptar los hechos tal como son y no los distorsiona con el objeto de que se ajusten al modelo que le sirve de guía. Como es de esperar, esta capacidad de abrirse a la experiencia lo vuelve más realista en su actitud frente a la gente y a las situaciones y problemas nuevos. Ello significa que sus creencias pierden su anterior rigidez, y que puede tolerar la ambigüedad y soportar gran cantidad de pruebas contradictorias, sin verse obligado a poner fin a la situación. Pienso que esta apertura a la percepción de lo que existe en este momento en uno mismo y en la realidad es un elemento importante en la descripción de la persona que emerge de la terapia.
2. La confianza en el propio organismo. 
Las personas que han recibido un tratamiento terapéutico exitoso presentan una segunda característica que resulta difícil describir. Al parecer, el individuo descubre paulatinamente que su propio organismo merece confianza, que es un instrumento adecuado para hallar la conducta más satisfactoria en cada situación inmediata. Puesto que quizás esta segunda característica parezca extraña, trataré de explicarla mejor. Tal vez la descripción resultará más clara si pensamos en el individuo que enfrenta una disyuntiva existencial: “¿Voy a visitar a mi familia durante las vacaciones o veraneo solo?”; ¿Acepto esta tercera copa que me ofrecen?”; “¿Es ésta la persona con quien me gustaría compartir mi amor y mi vida?”
¿Qué me dice mi cuerpo?
En tales situaciones, ¿qué ocurre con la persona que ha experimentado un proceso terapéutico? En la medida en que esa persona puede captar toda su experiencia, tiene acceso a todos los datos relacionados con la situación y puede utilizarlos como base para su conducta. Conoce sus propios sentimientos e impulsos, a menudos complejos y contradictorios y es capaz de percibir las exigencias sociales, desde las “leyes” sociales relativamente rígidas hasta los deseos de sus amigos y su familia. Puede evocar situaciones anteriores similares y recordar las consecuencias de las diferentes conductas adoptadas en esas situaciones. Posee una percepción relativamente correcta de esta situación externa en toda su complejidad, Con la ayuda de su pensamiento consciente, puede permitir a su organismo considerar, evaluar y equilibrar cada estímulo, necesidad y demanda y sopesar su gravitación e intensidad relativas. Sobre la base de estas complejas consideraciones, es capaz de descubrir la elección que más se aproxima a la satisfacción de todas sus necesidades mediatas e inmediatas en esa situación.
Puede ser útil advertir que en la mayoría de nosotros, los problemas que interfieren en esta consideración residen en el hecho de que incluimos elementos que no forman parte de nuestra experiencia y excluimos otros que efectivamente la integran. De esta manera, un individuo puede pensar que es capaz de controlarse en relación con la bebida, a pesar de que una apertura a su pasado le indicaría su error, o bien una joven puede ver sólo las cualidades positivas de su futura pareja, cuando la apertura total a la experiencia le indicaría que él tiene también defectos.
Por lo general, cuando un cliente se abre hacia su experiencia, descubre que su organismo es digno de confianza y siente menos temor hacia sus ‘propias reacciones emocionales. Paulatinamente aumentan la confianza y aún el afecto que le despiertan la variedad de sentimientos y tendencias que en él existen. La conciencia deja de controlar un conjunto de sentimientos peligrosos e imprevisibles y se convierte en adecuado albergue de un cúmulo de impulsos, sentimientos y pensamientos que se auto gobiernan de manera satisfactoria, en ausencia del severo control hasta entonces ejercido.
3. Un foco interno de evaluación. 
Otra tendencia que se manifiesta en el proceso de convertirse en una persona se relaciona con la fuente o centro de las relaciones y decisiones o de los juicios de valor. El individuo llega progresivamente a sentir que este foco de evaluación se encuentra en él mismo. Cada vez acude menos a los demás en busca de aprobación o reprobación, de pautas por las cuales regir su vida, de decisiones y elecciones. Reconoce que en él reside la facultad de elegir, y que la única pregunta importante es: “¿Estoy viviendo de una manera que me satisface plenamente y que me expresa tal como soy?” Quizás ésta sea la pregunta más importante que se pueda plantear el individuo creativo!!
Reconocer que “yo soy el que elige” y que “yo soy el que determina el valor que una experiencia tiene para mí”, es algo que enriquece pero también atemoriza. 
- Foto de Antonio Villa - 
El río que fluye...
Una última característica global de esas personas que luchan por descubrirse y llegar a ser ellas mismas. Se trata de que el individuo parece más satisfecho de convertirse en "un proceso" que en "un producto".
Cuando inicia la relación terapéutica es habitual que el cliente desee lograr un objetivo determinado: quiere solucionar sus problemas, ser eficiente en su trabajo o solucionar sus dificultades matrimoniales, En la libertad de la relación terapéutica, tiende a abandonar esos objetivos; acepta con más satisfacción el hecho de no ser una entidad estática, sino un proceso de transformación. 
"Uno se ve en acción; parece saber hacia dónde se dirige aunque no siempre sabe conscientemente cuál es su meta" Estas palabras expresan la confianza en el propio organismo y en el descubrimiento de sí mismo como proceso. Describen, en términos personales, la captación de uno mismo como flujo de llegar a ser y no como un producto acabado.
Ello significa que una persona es un proceso en transformación, no una entidad fija y estática; un río que fluye, no un bloque de materia sólida; una constelación de potencialidades en permanente cambio, no un conjunto definido de rasgos o características.
He aquí otra aserción que también alude a ese elemento de fluidez o vivir existencial: “Todo este conjunto de experiencias y los significados que hasta ahora he descubierto en él, parecen haberme lanzado a un proceso que me fascina, pero que a veces me atemoriza un poco."
Significa que me dejo llevar por mis experiencias, en una dirección que parece ser hacia adelante, hacia objetivos que apenas puedo discernir, mientras intento comprender al menos el sentido de esa experiencia. Tengo la sensación de flotar en la compleja corriente de la experiencia y tengo la posibilidad fascinante de intentar comprender su complejidad siempre cambiante y aceptar esto como parte de mi desarrollo y mi felicidad.” 
Adaptado de "El proceso de convertirse en personal", Carl Rogers. Fotos web, y agradecimiento  especial a http://bitacoradeviaje.antoniodevilla.com. Si este artículo puede ayudar a otro, no dejes de copiar su contenido y difunde su conocimiento. Una nueva era de información global ha comenzado en el 2012 - Feliz Navidad.

domingo, 7 de octubre de 2012

El Sol Negro.

La resiliencia se define como la capacidad de los seres humanos sometidos a los efectos de una adversidad, de superarla e incluso salir fortalecidos de la situación. Así, la clave reside en los afectos, en la solidaridad, y éstos en el contacto humano. Por muy grave que sea lo que haya sufrido un niño, la psique se revela tan flexible, que con los ingredientes del contacto humano, el entendimiento, la palabra, se puede volver "a flote". Son los padres o cuidadores sustitutos, como mediadores con el medio social, los que ayudan a su constitución a través de una acción neutralizadora de los estímulos amenazantes. Boris Cyrulnik* utiliza para entender el fenómeno de la resiliencia el concepto de "OXÍMORON", que es una figura de la retórica que consiste en reunir dos términos de sentido opuesto para generar un nuevo significado: la "oscura claridad", un "maravilloso sufrimiento", el "SOL NEGRO" de la melancolía.
El oxímoron revela el contraste de aquel que, al recibir un gran golpe, se adapta dividiéndose. La parte de la persona que ha recibido el golpe sufre y produce necrosis, mientras que otra parte mejor protegida, aún sana pero más secreta, reúne, con la energía de la desesperación, todo lo que puede seguir dando un poco de felicidad y sentido a la vida".
- La desgracia nunca es algo puro. Tampoco "La felicidad" -. Se puede aprender a modificar estos sentimientos".
LOS TUTORES DE RESILIENCIA
"Sol Negro, desde lo opuesto un nuevo significado"
"Un tutor de resiliencia es alguien, una persona, un lugar, un acontecimiento, una obra de arte que provoca un renacer del desarrollo psicológico tras el trauma. Casi siempre se trata de un adulto que encuentra al niño y que asume para él el significado de un modelo de identidad, el viraje de su existencia. No se trata necesariamente de un profesional. Un encuentro significativo puede ser suficiente. (…) Muchos niños comienzan a aprender en el colegio una materia porque les agrada el profesor. Pero cuando, veinte años después, uno le pide al profesor que explique la causa del éxito de su alumno, el educador se subestima y no sospecha hasta que punto fue importante para su alumno"...
Tim Guenard
Cuando comienza a contar su vida, Tim Guénard nos dice que "cuando se habla de hermosas casas o de coches viejos, siempre se cuenta bellamente su reconstrucción. Pero cuando se ve a un niño que se agrieta, a un adulto que se derrumba, la gente se plantea tantas preguntas que ya ni siquiera se atreve a hacer cosas muy simples: mirar con amabilidad, tocar o hacer compañía".
Tim cuenta...Abandonado por su madre. La única imagen que le quedó de ella es alejándose, de espaldas, con unas botas blancas. A él lo dejaba atado a un poste de luz en una ruta. Golpeado por su padre alcohólico, despreciado por su madrastra y sus hijos que lo confinaban en la "cucha" del perro a la intemperie. La última golpiza del padre con un palo y lanzándolo a un sótano lo deja con múltiples fracturas, un ojo reventado y un oído estallado. Despierta del coma de tres días en un hospital donde pasa tres años, curándose y volviendo a poder caminar. De un orfanato donde su aspecto físico no da la medida para que sea adoptado, es entregado, junto con otros niños, a una "nodriza" que también lo maltrata, previo paso por un hospicio para enfermos mentales donde lo envía una médica simplemente por sus antecedentes. Termina en un duro correccional donde se lo rotula y estigmatiza como un niño "descarriado". Se transformó en una persona de riesgo, "echado a perder" y por lo tanto, "irrecuperable". Esas palabras dirigidas al niño, renovaban las violencias vividas. Su única esperanza era llegar a matar al padre, eso lo mantenía con vida. Fue ladrón, huyó de las instituciones en que lo internaban y su historia sigue...pero...fue detenido y se encontró con una jueza (cumplía su viejo deseo de tener una madre) que lo hizo pasar a su despacho y empezó a hablar con él,...le prestó atención! y finalmente le consiguió trabajo en un taller de escultura. Nadie daba mucho por su duración en el trabajo y a su profesor principal, que hacía diseño industrial, enojado porque rechazó un trabajo suyo, le rompió todos los dibujos del año. El profesor paso de largo del suceso y durante dos años y medio le enseñó geometría, tecnología, dibujo industrial, etc. Dice Tim: "soñé con tener un padre como él". El diploma que finalmente obtuvo se lo regaló a la "jueza-madre" que le dio la posibilidad de lograrlo. Crecí queriendo matar a mi padre. Pues bien, ahora quiero a mi padre. Si hoy soy un hombre feliz, con una mujer, cuatro hijos y amigos, no puedo ser lo que soy sin todo mi pasado. Cuando antes se decía que no era nada, sentía vergüenza. Cuando voy a la cárcel a visitar a los prisioneros, con frecuencia me dicen lo mismo: que se sienten "torcidos" –no es grave: imagínense que tuviéramos que arrancar de cuajo, en la Tierra entera, todo lo que esté torcido; dejaríamos de tener vino, aceite de oliva, frutas. Para las cosas torcidas se pone un tutor para que puedan dar frutos-; que se sienten "podridos" – fíjate, una manzana podrida, la tiras y quedan las pepitas. ¿Y que hay después de las pepitas? Un nuevo árbol que crece, y del árbol nuevo, nuevos frutos". Tim Guenard con esos antecedentes que pronosticaban un destino funesto para su vida, llegó a encontrar los tutores de resiliencia necesarios para terminar siendo coautor de Boris Cyrulnik, entre otros, de "El realismo de la esperanza".

¿ENTONCES COMO DAR PASO A LA ESPERANZA?
Es muy importante mencionar la filosa crítica social que Boris Cyrulnik* desarrolla a partir de la utilización que hace del concepto de resiliencia. Por ejemplo cuando afirma como "en el contexto cultural de los hospitales psiquiátricos de los años 1940, se hablaba mucho de la lucha por la vida, de la selección de los más fuertes, es decir de la eliminación de los más débiles. El amontonamiento de 120.000 enfermos mentales, las restricciones alimenticias, la ausencia de cuidados y la intención anunciada de eliminar a aquellos que contaminaban la raza facilitaron las decisiones insidiosas que hicieron pasar la mortalidad habitual de esos extraños hospitales de 6,88 % en 1938 a 26,48 % en 1941. (…) Pero los 40.000 enfermos que desaparecieron no dejaron huellas, ni escritos de relatos. Los horrores que contaban cuando podían testimoniar eran considerados como horribles delirios, pero la que estaba loca era la sociedad!! Esos enfermos murieron en silencio que era lo que se deseaba después de la guerra, cuando se quiso reconstruir la nación sin arreglar las cuentas con el pasado". Su conclusión es que muchas veces la conducta social se resume en esta frase: "Usted que ha sufrido tanto, díganos lo que pasó. Pero sólo tiene derecho a decir lo que queremos escuchar...". Hoy en día la profundización y la cronificación del proceso de exclusión social en una sociedad cada vez más inequitativa, desafían la capacidad de los sistemas sociales, educativos y de salud para enfrentar tanta injusticia social.
Boris Cyrulnik
En la visión de Cyrulnik la resiliencia significa un mensaje de esperanza "porque en psicología nos habían enseñado que las personas quedaban formadas a partir de los cinco años. Los niños mayores de esa edad que tenían problemas eran abandonados a su suerte, se les desahuciaba y, efectivamente, estaban perdidos. Ahora las cosas han cambiado: sabemos que un niño maltratado puede sobrevivir sin traumas si no se le culpabiliza y se le presta apoyo". La historia explica el presente pero nunca cierra el futuro.
Cuando se habla de resiliencia se plantea de inmediato su aplicación en el plano social, de salud o educativo a las poblaciones más desfavorecidas por una sociedad que genera pobreza, inequidad, exclusión, delincuencia, enfermedades de todo tipo. "Los drogadictos confunden la felicidad con el bienestar momentáneo. El 'flash' de la droga les da una sensación de bienestar que se apaga de inmediato y los desespera, en tanto los que tienen un proyecto trascienden la realidad"

"Una infelicidad no es nunca maravillosa. Es un fango helado, un lodo negro, una escara de dolor que nos obliga a hacer una elección: "someternos o superarlo".
"Cuando un niño sea expulsado de su hogar como consecuencia de un trastorno familiar, cuando se le coloque en una institución totalitaria, cuando la violencia del estado se extienda por todo el planeta, cuando los encargados de asistirle lo maltraten, cuando cada sufrimiento proceda de otro sufrimiento, como una catarata, será conveniente actuar sobre todas y cada una de las fases de la catástrofe: habrá un momento político para luchar contra esos crímenes, un momento filosófico para criticar las teorías que preparan esos crímenes, un momento técnico para reparar las heridas y un momento resiliente para retomar el curso de la existencia"
Si cada uno de nosotros se convirtiera en un "Tutor de Resiliencia", para esos niños de los que escapamos en la calle, la vida se convertiría en lo que siempre hemos soñado...Si estás dispuesto a cambiar, empieza mañana a hablar con alguno de ellos, deja que el amor sea!!

*Boris Cyrulnik. Nació en Burdeos en 1937 en una familia judía, sufrió la muerte de sus padres en un campo de concentración nazi del que él logró huir cuando sólo tenía 6 años. Tras la guerra, deambuló por centros de acogida hasta acabar en una granja de la Beneficencia. Por suerte, unos vecinos le inculcaron el amor a la vida y a la literatura y pudo educarse y crecer superando su pasado. El Dr. Cyrulnik es psiquiatra etólogo. Director de Estudios en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de Toulon. Este artículo, fue reelaborado a partir del nº 85 de Perspectivas Sistémicas, marzo- abril del 2005. Reenviá este artículo, puede ayuda a cambiar a la Argentina.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Instrumentos del Arte Espiritual.

El papa San Gregorio Magno (540-604 dC) narra la vida de San Benito. A finales del siglo VdC, un joven estudiante decide seguir el llamado del Señor. Imitando a los antiguos monjes, va a vivir con Dios en la soledad de una cueva en la región de Subiaco, Su nombre era Benito, nacido hacia el año 480 en Nursia (Umbria, Italia). Luego de tres años de vida solitaria, funda con sus discípulos varios monasterios. Basándose en el Evangelio, en la sabiduría de los antiguos monjes y en su propia experiencia, organiza la vida de los monasterios. Alrededor del año 529 se traslada a Montecassino, donde funda el célebre monasterio. Allí vive hasta su muerte, ocurrida en el 547. Desde ahí ejerce gran influencia sobre numerosos discípulos y sobre toda la región circundante. Y también allí escribe la Regla para monjes, que será llamada la Santa Regla
Monjes
En su capítulo 4to. San Benito nos propone y les llama  “instrumentos”.Y así es como debe entenderse pues se trata de un título en forma interrogativa ¿Cuales son los instrumentos de las buenas obras? Las buenas obras se asimilan a instrumentos, y solo al final del capítulo se explica que se trata de instrumentos de arte espiritual...
Es uno de los capítulos más largos de la Regla. Consta de tres partes extremadamente simétricas. Contiene primeramente un catálogo de 74* instrumentos o máximas espirituales, que sin ningún preámbulo, empieza por el primer precepto del decálogo y termina, con el “no desesperar jamás de la misericordia divina”.
Sigue a manera de epílogo o consecuencia, el anuncio de la paga, que recibirá el obrero que los utilice fielmente”de día y de noche”. Y finalmente en una sola frase se indica el taller en que deben utilizarse los instrumentos. La mayoría está sacadas de la Biblia, otra de los Padres de la Iglesias otras de los autores monásticos. Con todo podemos decir que el elenco se divide en dos partes
La primera del 1-40 se distingue por una mayor abundancia de referencias bíblicas. Todos los comienzos de sección proceden de la Escritura y por la insistencia casi continua de los deberes para con el prójimo. La segunda parte, 41-74, recurren menos a la Biblia y sus referencias son menos claras, pero su doctrina es más sistemática y elaborada, y salvo el final, atañe a los deberes para con Dios y con uno mismo.
Encabeza la lista dos grandes mandamientos, "el amor de Dios y del prójimo". Siguen los demás preceptos del decálogo, con una variante notable. En lugar de decir “honrar padre y madre”, dice “honrar a todos los hombres”. El cambio es motivado sin duda porque el monje ha abandonado a sus padres para seguir a Cristo, y convierte este mandamiento en una máxima de hospitalidad, inspirada en 1 P. 2,17 y que la Regla utiliza al tratar de los huéspedes del monasterio . Y este primer grupo termina con la regla de oro: “no hacer a otro lo que uno no desea para sí mismo”.
Aunque todos los textos que utiliza se encuentren en el NT, proceden del AT. Son propiedad indivisa de ambos. Una sección que abarca del 10 al 19. Tras invitar a seguir a Cristo, se recomienda castigar el cuerpo, frase que los antiguos entendían como referencia al ayuno. No darse a los placeres, se refiere sin duda a los placeres de la mesa. Amar el ayuno, formulación explicita y más explícita de las máximas anteriores. Después pasa a la práctica de las obras de misericordia. Esta transición resultaba muy natural para los antiguos, ya que el ayuno iba siempre ligado a la limosna.
La sección siguiente 20-23 esta constituida del mismo modo que la anterior. Comienza con un llamamiento a la renuncia, para seguir a Cristo, y siguen una serie de máximas concernientes a la convivencia de los hermanos, mortificando el apetito irascible, evitando la cólera, el resentimiento, la venganza.
Forman grupo aparte siete sentencias de formulación negativa 34-40, no ser soberbio, ni dado al vino, todas ellas de fuentes bíblicas menos una, no ser dormilón...
La segunda parte presenta características bastante diferentes. En realidad presentan un `programa de ascesis precedido de una exhortación para poner en todo la confianza en Dios. Este programa tiene que comenzar necesariamente por el ejercicio del temor de Dios: juicio divino, infierno, muerte, son verdades eternas, que es preciso tenerlas siempre en la mente.
De este modo, la vida humana irá adquiriendo una seriedad fundamental, que evita no solo las palabras malas 51, sino también el hablar con exceso 52, las bufonadas o risa estrepitosa, 53-54. Y el alma anhelara de verdad la vida eterna, 56.
Este plan de ascesis se completa con algunas máximas referentes a las lecturas santas 55, oración frecuente 56, compunción 57, purifican el alma y le ayudan a corregirse de sus faltas 58.
Después de la cita de Gal. 5,16, relativa a los bajos instintos 59, se hace hincapié en aborrecer la propia voluntad para obedecer al abad, que como hombre puede tener fallos y que su vida no se ajuste a su doctrina. En tal caso hay que acordarse de las palabras del Señor, “haced lo que os digan y no hagáis lo ellos hacen. o ”No desear ser tenido por santo antes de serlo, sino serlo para que se le considere con toda justicia”, 62.
Hay unas cuantas máximas 63-68 sin relación lógica para situarlos en este contexto.
Luego se insiste en el amor fraterno, en cinco conceptos negativos y cuatro positivos, 69-73. Encontramos máximas tan humanas como “venerar a los ancianos”, “amar a los jóvenes”, que después encontraremos en el cap. 63. Y termina con un acto de fe, “jamás desesperar de la misericordia de Dios”.

*Pueden dirigirse a este link, para leer completa la Regla o el Capítulo 4 http://www.sbenito.org/regla/rb.htm


La Cruz o Medalla de San Benito, ¿que significa?

La Cruz  o  Medalla de San Benito data de una época muy antigua y debe su origen a la gran devoción que el Santo profesaba al signo adorable de nuestra Redención y al uso frecuente que de él hacía y que recomendaba a sus discípulos para vencer las tentaciones, ahuyentar al demonio y obrar maravillas. San Benito, realmente fue un creador de Instrumentos de reflexión del arte Espiritual.
Explicación: la medalla de San Benito representa, de un lado, la imagen de la Cruz y en el otro, la del Santo Patriarca. El lado de la Cruz suele estar encabezado, o por el monograma del Salvado: IHS, o por el lema de la orden benedictina: PAX.
En los cuatros ángulos de la Cruz háyanse grabadas las siguientes iniciales:
C.S.P.B., que significa: Cruz Sancti Patris Benedicti, o sea: Cruz del Santo Padre Benito, las cuales son como un anuncio de la Medalla y no forma parte del exorcismo.
En las líneas vertical y horizontal y alrededor de la Cruz se leen, en el siguiente orden, estas otras iniciales, cuyas palabras componen la oración ó exorcismo que tanto teme Satanás y que conviene repetir a menudo:
C.S.S.M.L. Cruz Sancta Sit Mihi Luz La Santa Cruz sea mi luz
N.D.S.M.D. Non Draco Sit Mihi Dux No sea el dragón mi guía
V.R.S. Vade Retro Satanás Retírate Satanás
N.S.M.V. Numquam Suadeas Mihi Vana No me aconsejes vanidades
S.M.Q.L. Sunt Mala Quae Libas Son cosas malas las que tú brindas
I.V.B. Ipse, Venena Bibas Bebe tú esos venenos

sábado, 22 de septiembre de 2012

El Yamato de las 8 orejas.

Hay que remontarse al año 604 para ver el primer “acta gubernamental” que transformará al Japón (entonces llamado Yamato) en todos los planos, (político, religioso y social). Se debe a esta Constitución al príncipe Shötoku Taishi, también llamado Yatsumimi no Miko (El principe de las 8 orejas*) Introdujo además de este "acta" un sistema de rangos dando comienzo a la diferenciación formal de papeles gubernamentales en Japón. Los 12 grados fueron: Dai-toku (mayor virtud), Sho-toku (menor virtud), Dai-nin (mayor humildad), Sho-nin (menor humildad), Dai-rei (mayor decoro), Sho-rei (menor decoro), Dai-shin (fe mayor), Sho-shin (fe menor), Dai-gi (mayor justicia), Sho-gi (rectitud menor), Dai-chi (el conocimiento superior), y Sho-ji (conocimiento menor).
Shötoku Taishi
  1. Respetar en primer lugar a Wa: (Esta palabra significa “paz" pero designa también al Japón, siendo Wa el nombre bajo el cual este país era conocido por los chinos. Con este primer mandamiento, Shötoku Taishi, o los autores, afirman el primer sentimiento nacional.) Que nuestro primer deber sea evitar las discordias (llamado a la unidad nacional). Hay personas que no quieren a sus padres, u otras que no obedecen a sus amos. Estas personas pueden causar disensiones entre ellos y sus vecinos. Si la clase superior vive en armonía con la más baja, y si las clases bajas siguen los mejores consejos, todo va bien, y habrá pocos problemas irresolubles. (Aquí vemos, no la influencia del budismo, sino la del confucianismo chino, y el reconocimiento de clases sociales subordinadas unas a otras, ratificando así un estado de hecho preexistente. 
  2. Venerad de todo corazón los tres tesoros: que son el Buda, el Dharma (la ley budista) y el Samgha (la comunidad budista), pues en ellos se encuentran la vida ideal y la sabiduría de la nación. No hay muchos hombres realmente malos. Todo ellos pueden adquirir una buena instrucción (en el budismo). Pero no podemos esperar que se corrijan las vías tortuosas de los hombres sin la ayuda de estos tres tesoros. (Mediante este artículo el budismo es recomendado oficialmente, lo que equivale a hacer de él una religión estatal. 
  3. Escuchad con reverencia los Edictos Imperiales. Si el emperador puede relacionarse con los cielos, sus súbditos son la tierra (afirmación matizada de la divinidad imperial, creencia del shinto). Con los cielos arriba y la tierra debajo, unidos en el cumplimiento leal de sus funciones en sus respectivas posiciones, vemos el mundo regido por un orden perfecto, así como por la armoniosa rotación de las cuatro estaciones (idea china). Si la tierra intenta sustituir a los cielos, se producirá una catástrofe. Cuando el Señor hable, que sus, súbditos escuchen, y obedezcan. Cuando él de ejemplo ellos deben seguirlo fielmente. Si desobedecen, lo harán bajo su propia responsabilidad. (Aquí "Shötoku Taishi afirma la Supremacía del emperador y su autoridad absoluta). 
  4. Todos los nobles, grandes o pequeños, deben observar las leyes (del Estado) como si fueran las raíces de todas las virtudes. Al gobernar el país, el primer deber es establecer las leyes. Si la clase superior no las observa, las clases bajas no pueden ser gobernadas. Si las clases bajas no, las observan, cometerán crímenes. Tanto tiempo como la ley sea observada, entre las relaciones entre las clases altas y bajas, prevalecerá un orden perfecto, y la estabilidad del Estado estará asegurada. (Aquí se percibe unas advertencias a todos, nobles y demás, destinadas a asegurar la autoridad gubernamental y a mantener el orden social.) 
  5. Al escuchar los casos judiciales que interesan al pueblo ordinario (los nobles se benefician de una justicia imperial exclusivamente), los jueces deberán "limitar su descanso y odiar su propio interés” Si hay mil casos para estudiar al día, ¿Cuántos no habrá para juzgar a un año? Así es necesaria su diligencia (a los jueces!!) 
  6. Nuestros sabios antiguos nos han enseñado a castigar a los malvados y a recompensar a los virtuosos. No dejad pasar inadvertidas las bondades de nadie, ni las maldades si estas no han sido reparadas... 
  7. Cada persona tiene un deber que cumplir y debe hacerlo con una diligencia sin tacha. Si sabios y personas ocupan altos puestos, se elevarán voces unánimes de aprobación gozosa, pero si malos empleados ocupan altos puestos, eso causará perpetuas disensiones e incluso disturbios... Todos los asuntos del Estado, grandes y pequeños, se realizarán fácilmente si personas buenas tienen buenas posiciones. Esta es la base de un Estado fuerte y del prestigio duradero de la dinastía. Los buenos jefes de los tiempos antiguos utilizaban buenos hombres para los altos puestos, y no buenos puestos para los favorecidos. (Esto iba, naturalmente, en contra de la costumbre entonces establecida de no confiar los puestos importantes más que a los nobles de algunos clanes favorecidos.) 
  8. Que todos los nobles, grandes y pequeños, se presenten en su puesto temprano por la mañana y vuelvan tarde a sus casas. Los asuntos públicos en espera son demasiado numerosos como para que se pueda disponer de ellos al fin de cada jornada... 
  9. La sinceridad es el alma de la buena conducta. Sed sinceros en cada momento de vuestra vida. El éxito o el fracaso de cada trabajo emprendido dependen de vuestra sinceridad o de vuestra falta de sinceridad. Cuando amos y servidores están unidos por sentimientos de sinceridad, no hay nada que no puedan emprender. Todos los trabajos fracasarán si no se ejecutan así. 
  10. No os dejéis llevar por la cólera. Perdonad a una mira colérica. Evitad el resentimiento si otros difieren de vosotros. Cada uno tiene su propio espíritu o modo de pensar. Si tú tienes razón, yo debo estar equivocado. Yo no soy siempre santo y tú no eres siempre pecador. Los dos somos falibles mortales, y quien es lo suficientemente sabio como para juzgar cuál de entre nosotros es bueno o malo? Los dos somos sensatos y locos alternativamente... 
  11. Distinguid entre los actos meritorios y las fechorías y recompensadlos o castigadles justamente. 'En nuestra época, el mérito no está necesariamente recompensado y los castigos no son siempre verdaderos castigos. Que los nobles, grandes y pequeños reciban recompensas o castigos según los merezcan. (Así, se extiende la ley a aquéllos que no la reconocían en punto alguno hecha para ellos.) 
  12. Los gobernadores y señores de los nuevos territorios (los recientemente conquistados por los jefes guerreros a las tribus aborígenes fuera del Yamato), no deben imponer tributos a sus pueblos. En este país no hay dos soberanos, y el pueblo no quiere dos amos a los que servir. No hay más que un solo señor en la persona del emperador. Los gobernadores y los oficiales designados para administrar los asuntos locales, también ellos forman parte del pueblo sometido al emperador. (Aquí, reafirmación de la autoridad imperial no solarmente sobre el pueblo, sino también sobre los gobernadores locales, quienes a menudo tendían a creerse soberanos de su territorio y a elevar los tributos por su propia cuenta.) 
  13. Todos los gobernadores y oficiales deberán compartir... sus conocimientos en el asunto de los deberes de sus cargos, pues su ausencia debida a enfermedad o a viajes, podría ocasionar una interrupción durante cierto tiempo de los trabajos oficiales. 
  14. Todos los litigantes, grandes y pequeños, deberán cuidarse de no tener celos unos de otros. Si tienes celos de los demás, los demás tendrán celos de ti, y así se perpetúa el círculo vicioso. 
  15. El servicio público en sacrificio del propio interés es el deber de un buen noble. Si un noble actúa en su propio interés provocará la mala voluntad del pueblo. Si se da tal egoísmo por una parte y tal mala voluntad por la otra, el resultado será el sacrificio del bienestar público. La ambición personal de los litigantes impedirá que reinen la ley y el orden. De donde, como así se ha dicho en un artículo precedente, la importancia de la concordia, esta no puede ser subestimada. 
  16. Los sabios antiguos nos han enseñado que es sensato escoger la época adecuada para utilizar al pueblo ordinario en los trabajos públicos. Puede ser provechosamente utilizado durante los meses de invierno, cuando tiene tiempo libre. De la primavera al otoño está ocupado en los trabajos agrícolas y de sericultura y no puede ser requerido. Cómo podríamos alimentaros sin agricultura y como podríamos vestirnos sin el cultivo de la morera? 
  17. En los asuntos importantes no actuéis nunca solo con vuestro propio juicio, sino deliberad sobre ellos con varias personas. En los asuntos de poca importancia podéis no consultar el parecer de muchas personas...»
Imagen de Shotoku Taishi sobre billete
Estos principios fundamentales siguen siendo los del pueblo japonés. El pueblo era, se entiende favorable a tales leyes, donde ya se expresaba esos consensos que aún se encuentra en nuestros días. La constitución del 17 artículos (十七条宪法 jūshichijō Kenpō ) pone el énfasis sobre las leyes básicas por las que el Estado iba a ser gobernado, tal como se puede esperar de un moderno constitución, sino que era un documento de base budista que se centró en la moral y las virtudes que debían esperarse de los funcionarios del gobierno y los sujetos del emperador para asegurar un buen funcionamiento del Estado, donde el emperador debía ser considerado como la máxima autoridad.
Es uno de los primeros documentos morales de la historia.

Estimo de interés público el conjunto de este documento, que debo a la cortesía de Louis Frederic, citado en el libro de Michael Random, Japón "la estrategia de lo invisible" *Shotoku Taishi (573-621), el Príncipe de Santa virtud, fue un regente japonés, estadista y erudito. De capacidades excepcionales, comenzó a leer extensivamente en su primera infancia y se dice que podía escuchar a ocho personas simultáneamente y haber entendido cada palabra. De ahí su nombre Yatsumimi no Miko (El principe de las 8 orejas*)

lunes, 27 de agosto de 2012

Nazuna. ¿Aceptas o resistes?

El siguiente artículo está compilado de diferentes fuentes y de las Conferencias sobre Budismo Zen de D. T. SUZUKI sobre budismo Zen y psicoanálisis, que se realizaron en la Escuela de Medicina de la Universidad de México, en agosto de 1957, en Cuernavaca.
Cualquier psicólogo, aún hace veinte años, se habría sorprendido mucho —o se habría escandalizado—al descubrir entre sus colegas cierto interés por un sistema religioso “místico” como el budismo Zen.
Le habría sorprendido aún más el descubrir que la mayoría no sólo estaba “interesado” sino profundamente preocupado por el tema. La razón para resumirlos brevemente, se encuentran en el desarrollo de la teoría psicoanalítica, en los cambios que se han producido en el clima intelectual y espiritual del mundo occidental y en la obra del doctor -  鈴木 大拙 貞太郎 Suzuki Daisetsu Teitarō; he rendered his name "Daisetz" in 1894), quien, mediante sus libros, sus conferencias y su personalidad, ha acercado el budismo Zen al mundo occidental....Esto se refiere no sólo a mi comprensión del Zen, sino también a ciertos conceptos psicoanalíticos, por ejemplo los problemas de lo que constituye el inconsciente, la transformación del inconsciente en consciente y la finalidad de la terapia psicoanalítica. Erich Fromm.
Nazuna
Cuando miro con cuidado
¡Veo florecer la Nazuna
Junto al seto!
Es probable que Basho (1644-94), un gran poeta japonés del siglo XVII, compuso el poema que antecede de diecisiete silabas conocido como Haiku.fuera caminando por el campo cuando observó algo junto al seto (cerco). Se acercó entonces, lo miró detenidamente, y descubrió que era nada menos que una planta silvestre, insignificante y generalmente inadvertida por los caminantes. Este es el hecho simple que el poema describe, sin que se exprese en ningún momento un sentimiento específicamente poético, a no ser quizá en las dos últimas silabas, en japonés kana. Esta partícula, ligada con frecuencia a un nombre, un adjetivo o un adverbio, significa cierto sentimiento de admiración, elogio, tristeza o alegría, y puede vertirse en ocasiones justamente a otras lenguas mediante un signo de admiración. En este haiku todo el verso termina con este signo. El sentimiento que prevalece en las diecisiete, o más bien quince, sílabas y el signo de admiración al final quizá no sea comunicable para quienes no conocen el idioma japonés. Trataré de explicarlo lo mejor posible. El poeta mismo podría no estar de acuerdo con mi interpretación, pero esto no importa mucho si sabemos que cuando menos hay alguien que lo entiende lo mismo que yo. En primer lugar, Basho era un poeta de la naturaleza, como lo son la mayoría de los poetas orientales. Aman tanto la naturaleza que se sienten uno con ella, sienten todos los latidos de las venas de la naturaleza. La mayoría de los occidentales tienden a separarse de la naturaleza. Piensan que ésta y el hombre nada tienen en común a no ser algunos aspectos deseables y que la naturaleza sólo existe para ser utilizada por el hombre. Pero para los orientales, la naturaleza está muy cercana.
D. T. Suzuki
Este sentimiento por la naturaleza surge al descubrir Basho una planta nada llamativa, casi despreciable, que florecía junto al viejo seto descuidado, al lado del remoto camino campestre, tan inocentemente, tan sin pretensiones, sin desear ser advertida por nadie. 
Y sin embargo, cuando se la mira, ¡qué tierna, qué llena de gloria y de esplendor divino aparece, más gloriosa que Salomón! Su humildad misma, su belleza sin ostentación, provoca la admiración sincera. El poeta puede leer en cada pétalo el más profundo misterio de la vida o del ser. Basho pudo no tener conciencia de ello, pero estoy seguro que en su corazón, en ese momento, vibraba un sentimiento parecido a lo que los cristianos llaman amor divino, que alcanza las mayores profundidades de la vida cósmica.
Las alturas del Himalaya pueden provocar en nosotros un sentimiento de temor sublime; las olas del Pacífico pueden sugerimos algo de infinitud. Pero cuando la propia mente se abre poética, mística o religiosamente, se siente, como Basho, que en cualquier tallo de hierba silvestre hay algo que trasciende de hecho todos los sentimientos humanos venales y bajos, que nos eleva a un nivel semejante en esplendor al de la Tierra Pura. La magnitud no tiene nada que ver en estos casos. A este respecto, el poeta japonés tiene un don específico que le permite descubrir algo grande en las pequeñas cosas, algo que trasciende todas las medidas cuantitativas. Tal es el Oriente.
Veamos ahora qué puede ofrecer Occidente en una situación semejante. Escojo a Tennyson. Puede que no sea un típico poeta occidental, que debe ser seleccionado para compararlo con el poeta del Lejano Oriente. Pero el corto poema que citarnos tiene algo muy cercano al de Basho. El poema dice así:
Flor en el muro agrietado,
te arranco de las grietas;
te tomo, con todo y raíces, en mis manos,
florecilla -pero si pudiera entender
lo que eres, con todo y tus raíces y, todo en todo,
sabría qué es Dios y qué es el hombre.
Hay dos puntos que quiero subrayar en estas líneas:
1. El hecho de que Tennyson arranca la flor y la sostiene en sus manos, “con todo y raíces” y la mira, quizá intensamente. Es muy probable que experimentara un sentimiento parecido al de Basho, quien descubrió una flor de nazuna en el seto, al borde del camino.
Pero la diferencia entre los dos poetas es que Basho no arranca la flor. La mira simplemente. Está absorto en sus pensamientos. Siente algo en su espíritu, pero no lo expresa. Deja que un signo de admiración diga todo lo que quiere decir. Porque no tiene palabras para expresarlo; su sentimiento es demasiado pleno, demasiado profundo y no quiere conceptuarlo.Tennyson, en cambio, es activo y analítico. Primero arranca la flor del lugar donde crece. La separa de la tierra a la que pertenece. A diferencia del poeta oriental, no deja quieta a la flor. Tiene que arrancarla de la pared agrietada, “con todo y raíces”, lo que significa que la planta debe morir. No le importa, al parecer, su destino; su propia curiosidad debe quedar satisfecha. Como algunos científicos, quiere hacer la disección de la planta. Basho ni siquiera toca la Nazuna, simplemente la mira, la mira con “cuidado”. Eso es todo.
Quiero subrayar este punto aquí, y puede que tenga ocasión de volver a referirme a ello.
Oriente es silencioso, mientras que Occidente es elocuente. Pero el silencio oriental no significa sencillamente ser mudo, y quedarse sin palabras o sin habla. El silencio es, en muchos casos, tan elocuente como las palabras. Occidente gusta del verbalismo. No sólo eso. Occidente transforma la palabra en carne y hace que esta encarnación se muestre algunas veces demasiado o, más bien, demasiado burda y voluptuosamente, en sus artes y religión.
2. ¿Qué hace después Tennyson? Mirando la flor arrancada, que probablemente empieza a marchitarse, se formula interiormente la pregunta: “¿Te entiendo?” Basho no se muestra inquisitivo en absoluto. Siente que todo el misterio se revela en su humilde Nazuna, el misterio que ahonda en la fuente de toda existencia. Se siente embriagado por este sentimiento y lo expresa en mi grito inefable, inaudible. A diferencia de esto, Tennyson sigue con su reflexión: “Si pudiera entender lo que eres, sabría qué es Dios y qué es el hombre.” Su llamado al entendimiento es característicamente occidental. Basho acepta, Tennyson resiste. La individualidad de Tennyson permanece aparte de la flor, de “Dios y el hombre”. No se identifica ni con Dios ni con la naturaleza. Permanece siempre aparte de ellos. Su conocimiento es lo que ahora llaman “científicamente objetivo”. Basho es completamente “subjetivo”. (Ésta no es la palabra adecuada, porque siempre se opone el sujeto al objeto. Mí “sujeto” es lo que me gusta llamar “subjetividad absoluta”.) Basho permanece en esta “subjetividad absoluta”, en la cual Basho contempla Nazuna y la Nazuna contempla a Basho. No hay empatía, ni simpatía, ni identificación.
Erich Fromm
Basho dice: “miro con cuidado” (en japonés “yoku mireba”). Las palabras “con cuidado” implican que Basho no es ya un observador, sino que la flor ha cobrado conciencia de sí misma y se expresa silenciosa y elocuentemente. Y esta elocuencia silenciosa o silencio elocuente por parte de la flor encuentra un eco humano en las diecisiete sílabas de Basho.
Sean cuales fueren la profundidad de sentimiento, el misterio de la expresión y aún la filosofía de la “subjetividad absoluta” que en ellas haya, son inteligibles para los que han experimentado realmente todo esto. En Tennyson, hasta donde yo puedo juzgarlo, no hay en primer lugar una profundidad de sentimiento: es todo intelecto, lo que resulta típico de la mentalidad occidental. Es un partidario de la doctrina del logos. Tiene que decir algo, tiene que abstraer o intelectualizar su experiencia concreta. Tiene que salir del campo de los sentimientos al campo del entendimiento y debe sujetar la vida y el sentimiento a una serie de análisis para satisfacer el espíritu occidental de investigación. Al compararlos descubrirnos que cada uno expresa su trasfondo tradicional. Según esto, la mentalidad occidental es: analítica, selectiva, diferencial, inductiva, individualista, intelectual, objetiva, científica, generalizadora, conceptual, esquemática, impersonal, legalista, organizadora, impositiva, autoafirmativa, dispuesta a imponer su voluntad sobre los demás, etc. Frente a estos rasgos occidentales
los de Oriente pueden caracterizarse así: sintética, totalizadora, integradora, no selectiva, deductiva, no sistemática, dogmática, intuitiva (más bien afectiva), no discursiva, subjetiva, espiritualmente individualista y socialmente dirigida al grupo.
Reenviá este artículo, podría servirle a alguien como vos.

domingo, 5 de agosto de 2012

Lograr la "Individualidad" en 3 pasos.

El Shodō (書道) que significa "El camino de la escritura" se considera un arte y una disciplina muy difícil de perfeccionar y se enseña como una materia más a los niños japoneses durante su educación primaria.
En el Shodō se practica la escritura de caracteres japoneses o alfabetos Hiragana (平仮名) usados para escribir fonéticamente las palabras comunes y el Katakana (片仮名), usado para palabras extranjeras o modernas y los caracteres Kanji (漢字) son en sí ideogramas, símbolos que representan una cosa o una idea, no son, por tanto, palabras en el sentido occidental
El camino de la escritura es una vía de introspección, se trata de una actividad cotidiana, aprender a escribir, convertida en arte, lo que conlleva necesariamente la implicación personal del calígrafo, la mirada hacia el interior para, posteriormente, realizar su obra. El pincel, flexible y adaptable, es la prolongación viva de uno mismo. El trazo fluido, natural, sin violencias y sin correcciones confiere al Shodō su peculiaridad principal: el trazo "imperfecto". Si es espontáneo posee un valor incalculable; si se corrigiera, la tinta al secarse delataría la enmienda haciendo inservible la obra.
La historia que narra Suien Wada*, nos inspira un paso más. ¿Qué hay detrás del Shodō? ...Durante la mitad de mi vida me he sustentado en dos “caminos” tradicionales japoneses que siempre me han guiado por el camino correcto. Me gustaría explicar cómo estos dos “caminos” o do, me han permitido mantener mi identidad japonesa incluso aunque viviera lejos de Japón. Uno es el Shodō y el otro es el Kendo (arte japonés de espada).
Nací en Osaka, Japón, y durante mi infancia allí fui bastante consciente no sólo de la importancia de escribir caracteres legibles en la escuela, sino también de cómo estos caracteres pueden escribirse bellamente. Debido a este conocimiento, fui estudiante del Maestro (shihan) Yamanaka Shuho desde la edad de seis años. Este tipo de conocimiento de la belleza parece haberse perdido y me he quedado muy sorprendida de que los occidentales no comparten mayormente este sentido de la belleza. En Japón, cada domingo por la mañana solía acudir a mi Maestro para aprender caligrafía básica durante dos o tres horas, y seguí este “camino” tradicional de aprendizaje hasta que tuve 29 años. La práctica de caligrafía con mi Maestro era escribir caracteres modestamente, siguiendo únicamente su modelo. Tener éxito consistía en escribir los caracteres exactamente como lo hacía el Maestro. Mi Maestro era un típico japonés de pocas palabras, por lo que no me explicaba los detalles o analizaba su técnica. Por tanto, yo solía mirar detenidamente su modelo, su movimiento de la mano y muñeca derechas, su movimiento del pincel y el ritmo de su escritura.Mirar” u “observar” era todo el método de aprendizaje, y la carga se situaba en el estudiante para aprehender la instrucción a través del ejemplo.
Ahora vivo en Canadá y tengo estudiantes de caligrafía. Un estudiante siempre dice que no puede hacer caligrafía sin entender su lógica, creyendo que el observar bien mi modelo no será suficiente. De esta manera me pide que le explique las cosas con palabras. Pero en cualquier lección, “observar” es realmente la mejor manera de recibir instrucción, y es mucho más probable que esto guíe hacia la inspiración que escuchar alguna razón para proceder de una cierta manera. De hecho, el mirar al maestro trabajando era siempre más apasionante. Ahora, déjame trasladarme a mi segundo do, que es el Kendo. Cuando estudiaba en el colegio, mi actividad habitual después del colegio era la práctica del Kendo. La disciplina en mi club era muy dura y severa, no sólo en términos de ejercicio físico, sino también respecto a las relaciones humanas entre los mayores (senpai) y los más jóvenes (kohai). En particular, éramos muy cuidadosos de utilizar el saludo y un lenguaje correcto con nuestros mayores. En aquella época, a través de mi Kendo, aprendí cortesía hacia los demás y severidad hacia mí misma. El lema de nuestro club de Kendo era “Shitsu jitsu goken”, que puede traducirse como “es importante enriquecerse mentalmente y estar robusto físicamente”. Ahora que me he convertido en una calígrafa profesional, escribo a menudo este lema como si fuese mío propio.
Shodō
Tanto mi abuelo como mi padre practicaban Kendo, aunque cuando mi padre era niño, el Kendo fue prohibido durante la ocupación norteamericana. Después de madurar, quedó fascinado por el libro de  Ōmori Sōgen  (1904-1994), que era un Gran Maestro del manejo de la espada (Jiki Shin Kage-ryu), y también un famoso calígrafo japonés. Mi padre comenzó un intercambio con este Gran Maestro, quien le ofreció como regalo de gratitud dos caligrafías. En uno de esos manuscritos  Ōmori Sōgen había escrito el carácter kosei (“individualidad”). Mirando su caligrafía, sentí algo diferente que cuando miraba la caligrafía que yo había aprendido. De hecho, tenía dificultades para entender por qué había escogido estas palabras en concreto. En aquel momento, pensé que miraba el mundo a través de ojos filosóficos debido a su Kendo, permitiéndole alcanzar su santuario y realizar su caligrafía.
Ōmori Sōgen
Cuando dejé Japón, tuve un problema. Había dejado a mi Maestro en Japón, por lo que tenía que escribir sin su modelo. Encontrar mi propio enfoque personal, individual, y lo que había recibido tras estudiar sólo me proporcionaba la base. Después de cuatro años como calígrafa profesional, empecé a dominar mi propio estilo.Vertí mi alma en esta armonización. Poniendo todos mis otros pensamientos fuera de mi mente, pude conseguir un estado de perfecta auto-negación. Si esperaba lograr demasiado, no podría conseguir dicho estado. Con esta comprensión, empecé a entender los caracteres kosei de la caligrafía que Ōmori Sōgen había escrito para mi padre. Mi interpretación personal del significado del carácter “individualidad” fue “ser yo misma”.
A veces visito un dojo y también asisto a torneos de karate en Canadá. Los occidentales trabajan muy duro, y me sorprende que dominen las habilidades en periodos tan cortos. Pueden conseguir física y técnicamente el mismo nivel que los japoneses en un plazo relativamente rápido. El siguiente paso que no se domina tan rápido es el ejercicio mental. Como mencioné anteriormente, un arte marcial no es sólo un deporte físico, sino que también tiene un aspecto sagrado y conectado con el “Zen”, un estado religioso. En un dojo la práctica de seiza (sentado sobre los talones), meditando con los ojos cerrados, y cuestionándose uno mismo, es indispensable en el entrenamiento de las artes marciales.Para ser un gran artista marcial, la madurez humana es el aspecto principal a evaluar.
Un lema aplicable a la artes marciales es shu-ha-ri. Este proverbio proviene de la ceremonia japonesa del té. Shu se traduce a menudo como “obedecer a tu maestro” o “imitar a tu maestro”. Es un periodo de aprendizaje elemental. Ha significa “romper”, o “romper con la tradición”, i.e. encontrar tu propio estilo, o individualidad o nuestra mágica forma de expresar nuestro "Ser". Ri significa “dejar” a tu profesor y avanzar hacia tu propio estado, estilo, y camino. Lo más importante es encontrar a un buen maestro y completar el nivel shu, el resto es la vida y su práctica...*

*Ōmori Sōgen Roshi es considerado uno de los más grandes maestros zen del siglo 20. Era un sucesor directo en la línea de Tenryuji de Rinzai Zen, un sucesor en la escuela de la caligrafía de Taishi Yamaoka Tesshu, y un maestro de esgrima Jikishinkage Ryu.
Ōmori Sōgen
Después de convertirse en sacerdote en 1946, enseñó Zen Roshi Omori hace más de 40 años, sirviendo como presidente de la Universidad de Hanazono (la universidad Rinzai en Japón), escribió más de 20 libros y fue fundador del monasterio Seitaiji en Japón.
Debido a sus antecedentes como un maestro de la espada y la caligrafía, su estilo de puntos de vista de entrenamiento Zen integrados de estas disciplinas con la práctica tradicional: se puede resumir como la unidad de Zen, Ken y Sho - literalmente, el Zen (espiritualidad), la Espada (artes marciales o físicas cultura) y el pincel (bellas artes). Esta forma de capacitación, único por su aspectos integrados de espíritu, cuerpo, y corazón.
Fuente. Revista de Artes Marciales Asiáticas ◊ Volumen 3 Número 4 (62-65) - 2008 (por el testimonio de ... *Suien Wada, adaptado al blog)



*Shuhari se podría traducir como "aprenden por primera vez, separar a continuación, y por fin trascender."

  • Shu ( 守? ) "proteger", "obedecer" - la sabiduría tradicional - los fundamentos de aprendizaje, técnicas heurísticas , proverbios.
  • Ha( 破? ) "separar", "digresión" - rompiendo con la tradición - el desprendimiento de las ilusiones de uno mismo.
  • Ri ( 离? ) "salir", "independiente" - la trascendencia - no existen técnicas o proverbios, todos los movimientos son naturales, convirtiéndose en uno con el espíritu solo, sin aferrarse a las formas, que trasciende lo físico.

lunes, 30 de julio de 2012

Cuentos Jasídicos

Poco tiempo atrás, una persona que me conoce en profundidad me escribió diciendo:
“Entristécete solo porque la vida es nostalgia, y habrá un final para tus días… este es el único dolor que vale la pena”.
Esta invitación a poner el foco de atención en la realidad de la muerte física, para cuestionarme mi vida presente, me ha llevado a recordar cuando de pequeño me preguntaba por el sentido de la vida.
“¿Es posible que la existencia se desarrolle como la trama de una película ya conocida, entre escenas cotidianas de la vida profesional, afectiva, lúdica...? ¿Existe una meta que debamos alcanzar? ¿Cómo puedo realizar mi ser? ¿Qué sentido tiene el dolor?”
¿Cómo vivir bien la única vida que me ha sido dada?
Se me concedió una única posibilidad de jugar esta existencia, una preciosa posibilidad que no debería malgastar. La incapacidad de contentarme con esta especie de déjà vu me empujó en una búsqueda incesante, que ha desembocado en el descubrimiento del verdadero sentido de mi vida. Anhelaba dejar con mi existencia una huella, como la estela que deja un avión en el cielo cristalino de la mañana, o como el perfume del agua de rosas...Pero ¿cómo llegar a imprimir con mí ser esta imborrable huella? ¿Cómo evitar contentarme con el “ir tirando”, venir a este mundo y morir dejando tras de mí tan solo algunas flores, algunas lágrimas de quién me ha amado, para ser luego, muy pronto, olvidado?...
He sentido la necesidad de trabajar sobre mí para aspirar a una transformación, para realizar mi auténtico Ser. El trabajo sobre sí puede ser comparado al de un minero, que perfora y escaba en la roca con tal de extraer minerales preciosos.
Emprendo este trabajo, con la guía de alguien que ya ha evolucionado –sin una dirección es imposible conseguir un verdadero cambio– y con la ayuda de otros compañeros de viaje que han tomado, junto conmigo, la decisión de trabajar, realizando esfuerzos sistemáticos para conseguir otra existencia, he iniciado un camino preciso.
De hecho, es casi imposible trabajar solos, son los otros los que nos hacen de “espejo”, mostrándonos los puntos a modificar y  proporcionándonos un material precioso para trabajar en nosotros.
...Me vienen en mente mis primeros intentos de aprender a practicar esquí de fondo en la montaña, fue hace muy poco. Tuve que aprender, en primer lugar, a mantener el equilibrio sobre los esquís, que se deslizaban solos sobre las huellas ya dejadas en la nieve; tuve que afrontar el miedo que me provocaban aquellas escarpadas bajadas que requerían gran habilidad para no resbalar; y aprendí a levantarme de nuevo tras cada caída... Todo un ejercicio que requiere concentración y esfuerzo, y que me dio la posibilidad de aprender algo nuevo y descubrir paisajes de gran belleza.
El camino del trabajo sobre sí se basa justamente en la capacidad de hacer esfuerzos conscientes y constantes, acompañados de la facultad de sufrir voluntariamente, para no desistir en la obligación requerida, para no detenerse ante las dificultades creadas por la parte pasiva y reacia a todo cambio y la multiplicidad de nuestros yos.
He experimentado que cada nuevo conocimiento sobre uno mismo es generado, o viene acompañado, por el dolor de las miles de muertes necesarias de los diversos yos que lo animaban.
De otra manera no habría existido el espacio para el frágil brote de mi parte más esencial que está desarrollándose.  Hace algunos meses, tras años de duro trabajo, en un momento en que me parecía haber perdido el sentido del trabajo mismo y, sobre todo, el sentido de mi propia vida, leí un pasaje de un libro, el cual me devolvió el significado profundo de mi existencia, de mi trabajo y también de mi dolor:


«La vida nos es dada para una meta elevada, y todos juntos estamos obligados a servirla: en eso está nuestra razón de ser, y el sentido mismo de nuestra vida.
Todos los hombres sin excepción son esclavos de esa “grandeza”». G. I. Gurdjieff.

Entonces volví a comprender de forma completamente nueva que el objetivo elevado, el cual todos los hombres estamos llamados a cumplir, es justamente el objetivo de la transformación personal, de la realización de la parte divina de nuestro ser.
Martin (en hebreo: Mordechai) Buber*
Llegados a este punto, alguien se preguntará: ¿Dónde encontrar la llave para adquirir un conocimiento completo de la propia existencia? Leamos ahora una interesante historia jasídica titulada "Allí donde se encuentra".
«A los jóvenes que venían a él por primera vez, Rabbi Bunam les contaba normalmente la historia de Rabbi Eisik, hijo de Rabbi Jekel de Cracovia. Tras años de dura miseria, los cuales no habían sacudido su confianza en Dios, recibió en sueños la orden de ir a Praga para buscar un tesoro escondido bajo el puente que conducía al palacio real.
Cuando el sueño se repitió por tercera vez, Eisik se puso en camino y llegó a pie a Praga. Pero el puente estaba vigilado día y noche por los centinelas y él no tenía el valor de ponerse a cavar en el lugar indicado. Aun así, volvía al puente todas las mañanas rondándolo hasta que caía la noche.
Finalmente el capitán de la guardia, que había notado su ir y venir, se le acercó y le preguntó amigablemente si había perdido alguna cosa o si estaba esperando a alguien. Eisik le contó el sueño que lo había empujado hasta allí desde su lejana tierra. Y en ese momento el capitán se echó a reír:
“¡Y tú, pobrecito, por tener un sueño, has venido hasta aquí caminando? ¡ja ja ja! ¡Estás listo si te fías de los sueños! Si fuese así también yo tendría que haberme puesto en camino, obedeciendo a un sueño que me decía que fuera hasta Cracovia, a casa de un hebreo, un tal Eisik, hijo de Jekel, para buscar un tesoro debajo de una estufa. ¿Bromeas?
¡Ya me veo entrando y destrozando todas las casas de una ciudad en la cual la mitad de los hebreos se llaman Eisik y la otra mitad Jekel!” Y volvió a reír nuevamente.
Eisik se despidió de él, volvió a su casa y desenterró el tesoro con el cual construyó la sinagoga a la cual llamó Escuela de Reb Eisik, hijo de Reb Jekel. Recuerda bien esta historia –añadía el Rabbi Bunam– y recoge el mensaje que contiene: "hay algo que no puedes encontrar en ningún lugar del mundo, y sin embargo, existe un lugar en el cual lo puedes encontrar". M. Buber, Cuentos Jasídicos
Añado un fragmento del interesante comentario de Buber a la historia: «Hay una cosa que se puede encontrar en un único lugar del mundo, es un gran tesoro, al cual se le puede llamar la realización de la existencia. El lugar en el que se puede encontrar este tesoro, es el lugar en el que nos encontramos. La mayor parte de nosotros alcanza solo en raros momentos la plena conciencia del hecho de que no saboreamos nuestra existencia, que nuestra vida no participa de una existencia auténtica, completa, que es vivida, por así decirlo, al margen de la verdadera existencia. Sin embargo no dejamos nunca de advertir la carencia, nos esforzamos siempre, de una manera o de otra, por buscar en algún lugar aquello que nos falta. En alguna parte, en una zona cualquiera del mundo o del espíritu, en cualquier lugar menos allí donde estamos, donde hemos sido puestos: pero es justamente allí, y en ningún otro sitio, donde se encuentra el tesoro. En el ambiente que considero mi ambiente natural, en la situación que me ha tocado en suerte, en aquello que me sucede día tras día, en aquello que la vida cotidiana me exige: justamente en esto reside mi deber esencial, allí se encuentra la realización de la existencia que está a mi alcance... Es aquí, en el lugar preciso en el que nos encontramos en el cual se trata de hacer resplandecer la luz de la vida divina escondida.»
Martin Mordechai Buber 1878 – 1965: El pensamiento de Buber constituye un aporte al amanecer de un nuevo humanismo. En contra de un mundo que se ha vuelto inhabitable para el hombre, Buber vio necesario resaltar los valores fundamentales de la vida humana y contribuyó a marcar claramente el origen y el destino de toda la existencia humana. La solidaridad, el respeto por el otro, la tolerancia, la no discriminación y el amor por el prójimo son aquellos valores indispensables que los seres humanos deben recuperar para alcanzar su destino: la comunión con Dios.
Fuentes: Recopilación y adaptación al blog de los cuadernos de estudio del Cuarto Camino y de Anna Di Giandomenico, gracias a su inspiración.


*El descubrimiento del mundo del Jasidismo –el apasionado movimiento religioso que barrió Europa del Este en el siglo XVIII- ha proporcionado a Buber una inmensa influencia en el pensamiento religioso contemporáneo. A través de la recopilación de cuentos jasídicos, Buber reveló las fuentes de su propia religiosidad -la filosofía de un diálogo permanente entre el hombre y Dios-, tal como se describe en su obra clásica Yo y Tú (1923).